La oposición acude a comicios en Venezuela esperanzada en recuperar espacios.
La oposición acudirá a los comicios regionales del próximo domingo en Venezuela con la esperanza de recuperar espacios de poder perdidos en los años recientes, en un proceso en el cual los triunfos modestos serán vividos como verdaderas victorias.
Con apenas dos gobernaciones y 29 alcaldías ganadas en las urnas en las pasadas elecciones regionales de 2004, la oposición venezolana, que aglutina a una muy diversa gama de partidos, se propuso para estos comicios lograr candidaturas unitarias que potencien sus posibilidades de triunfo.
Así, los opositores llevan candidatos comunes en 20 de las 22 gobernaciones que se disputarán y creen tener opción en al menos cinco estados y varias decenas de alcaldías.
Para Gerardo Blyde, dirigente del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo y candidato a la alcaldía de uno de los cinco municipios de Caracas, tan sólo aumentar la cantidad de gobernaciones y alcaldías en poder de la oposición en estos comicios será una victoria.
«Llegar a cinco, seis, siete o diez gobernaciones, conseguir 100 alcaldías, eso será una victoria. Si la oposición logra ganar en los principales centros poblados tendrá un polo de resistencia democrática y una oportunidad de realizar excelentes gestiones que muestren que podemos ofrecer una mejor calidad de vida», dijo Blyde.
Además de su escasa representación en el poder regional, la oposición venezolana carece de diputados en la Asamblea Nacional, luego del boicot que estos partidos hicieron en las elecciones legislativas de 2005.
Pero tras su victoria en el referendo constitucional de 2007, que ganó con un 50,7% de los votos, este proceso electoral es visto como la gran oportunidad de motivar nuevamente a los opositores para crear una alternativa al chavismo, que ya acumula 10 años en el poder.
Para Henrique Capriles, del partido de centro-derecha Primero Justicia y candidato a la gobernación del estado Miranda (centro), que incluye el este de Caracas, «estas son las elecciones más importantes de la última década».
Con estos comicios «vamos a decidir entre centralismo y descentralización. Vamos a poder tener un país más plural, con representación de todas las formas de pensamiento», dijo Capriles.
Y es que las elecciones permitirán sondear la voluntad de participación de los electores de la oposición, que en los años recientes mostraron apatía y desconfianza hacia el voto, además de medir su tamaño un año después de haber ganado el referéndum constitucional.
Algunas empresas encuestadoras consideran que estas elecciones «podrían arrojar la sorpresa de que la oposición, aun ganando seis o siete estados, obtenga mayor cantidad de votos a nivel nacional que los candidatos del Partido Socialista Unido (PSUV)», del presidente Chávez.
Tanto el chavismo como la oposición han vivido el proceso electoral como crucial para el país, con alcances mucho más allá de los gobiernos locales, e incluso Chávez ha sugerido que dependiendo de los resultados evaluaría la posibilidad de proponer nuevamente la reelección presidencial indefinida, que fue rechazada en el proyecto de reforma constitucional.
Chávez, quien promueve lo que ha llamado el «socialismo del siglo XXI» y se refiere a su propio gobierno como una «revolución» fue reelecto presidente en 2006 para un periodo de seis años que culminará en febrero de 2013.