La oposición panameña fustigó al gobierno derechista de Ricardo Martinelli después de que el Congreso panameño ratificara la salida de Panamá del Parlamento Centroamericano (Parlacen), afirmando que este paso es «una regresión histórica» en el proceso de integración del Istmo.
El Congreso panameño, dominado por el oficialismo, aprobó el lunes con 39 votos a favor y 14 en contra, un proyecto de ley de Martinelli que derogó diversas leyes y acuerdos internacionales que formalizaron el ingreso de Panamá al Parlacen.
La salida unilateral de Panamá del foro regional por decisión de Martinelli, que lo acusa de ser «oneroso» e «inoperante», ha sido resistida por otros países centroamericanos y es fuertemente cuestionada por la oposición panameña.
«La salida del Parlacen lo que busca realmente es quitar la inmunidad al ex presidente Martín Torrijos», dijo el secretario general del Partido Democrático Revolucionario (PRD, socialdemócrata), Mitchel Doens.
Torrijos (2004-2009), del PRD, se integró como diputado al Parlacen por derecho propio como ex mandatario panameño por cinco años, igual que los ex presidentes y vicepresidentes de otros países del istmo.
Martinelli, «bajo un ropaje de lucha contra la corrupción, persigue a los adversarios políticos porque no acepta oposición», expresó Doens.
Según la ley aprobada por el Congreso, Panamá dejará de pertenecer al Parlacen el 24 de noviembre de 2010.
«Esto es una regresión histórica» y «una cosa tan pueril que atenta contra la inteligencia», porque «Centroamérica necesita de un lugar de entendimiento donde todas las fuerzas políticas debatan los problemas regionales», afirmó Doens.
Agregó que la participación de diputados panameños en el Parlacen «no va a destruir el presupuesto nacional, sino a contribuir con la integración regional», criticando los argumentos del gobierno de que Panamá ha gastado 25 millones de dólares en este foro regional sin conseguir ningún beneficio.
Sin embargo, el analista panameño Carlos Guevara Mann dijo que la salida de Panamá, «de darse de forma legal», no afectará la integración regional, pues «Costa Rica tampoco forma parte del Parlacen, pero participa de otros mecanismos de integración» del istmo.
En lugar del Parlacen, Martinelli propondrá durante la presidencia de Panamá del Sistema de la Integración Centroamericana, en el primer semestre de 2010, la creación de «mecanismos que puedan estructurar una institución que pueda tener un carácter vinculante» para los países de la región.
La salida de Panamá también ha sido criticada por el presidente del Parlacen, el nicaragí¼ense Jacinto Suárez, quien expresó que «no hay integración a la carta» (al gusto de cada país) ni es posible que cada uno «juegue con sus propias reglas y no con las que está jugando todo el mundo».
«Obviamente, la reputación de Panamá sale lesionada. Todos los acuerdos tienen un principio de buena fe y ellos (los panameños) han demostrado que no la tienen», dijo Suárez a la AFP durante una reciente visita a Panamá.