Con un per cápita promedio de $12, 300 y con una reserva de petróleo de más de 600 millardos de barriles de petróleo, la Península Arábiga compuesta por 8 naciones disímiles y en algunos casos antagónicas desde su visión suni y chií, presenta una geografía contrastante al igual que su composición política y étnica.
En mi corto y fugaz acercamiento a la Península Arábiga o mal llamado Golfo Pérsico (evoca un origen persa que no agrada del todo a sus habitantes), el misticismo, encanto y fascinación que despierta en mí como politólogo a lo mejor es el equivalente de lo que un muchacho en una feria de informática percibiría o un niño en un parque de diversiones.
Recuerdo un mediodía, en el Golfo de Aqaba, un calor arriba de los 40º, de repente en el medio de la nada, un beduino, su camello y café por 4 dinares, para sorpresa mía en el costal la leyenda «product of Guatemala».
Jean-Paul Tarud, Jefe de la Oficina Comercial de Chile en Dubai sostiene: «El Golfo Pérsico es una zona geográfica de gran riqueza, alto crecimiento económico e importadores netos de todo tipo de productos». A mi entender la Península Arábiga es una mina de oro ávida por ser descubierta. ¿El secreto?: la audacia, la innovación y el ingenio.
La fascinación por el buen producto es un elemento a tener en consideración, el refinamiento del que evoca las mil y una noches es un motor que debe mover a quien desee encontrar una oportunidad para promover un mercado potencialmente demandante de oferta innovadora.
La capacidad negociadora es otro elemento adicional, sociedades acostumbradas al trueque, a la negociación, sociedades que no escatiman al momento de ofertar, reducir el precio en la mitad no ofende, por el contrario abre paso a una conversación animada por el café con «geel» (cardamomo) y dátiles frescos.
En mi formación como economista y politólogo he entendido que dando es como se recibe, en algunos casos para alcanzar el éxito habrá que dar dos pasos al costado, nunca para atrás, dando la percepción que ambos ganan, que nadie pierde, este es un secreto en las sociedades de origen tribal, un pacto de amigos.
Desde sus orígenes la negociación comercial se acompañó de la negociación política, es decir que la representación diplomática juega un papel importantísimo en la búsqueda de oportunidades de inversión. Chile, Brasil, Argentina y México en América Latina han avanzado enormemente en la conformación de lazos comerciales en la Península Arábiga, esto afinca por supuesto las relaciones entre las naciones.
La complementariedad es un punto a favor de nuestras economías. Productos frescos, repito, innovadores, con la creatividad y con la excelencia, los productos gastronómicos pueden tener una presencia permanente en el gusto y consumo de los habitantes de estas naciones.
Habrá que tener en cuenta la estabilidad política y por supuesto la económica, pero el riesgo de vencer las limitaciones geográficas no son en definitiva un obstáculo imposible. Soy un fiel creyente que la Península Arábiga es un mercado en extremo importante y en el cual se pueden hacer cosas fascinantes. Motivo a los pequeños y medianos empresarios a asesorarse para vencer el temor de explorar un mercado que a mi entender ofrece muchísimas oportunidades. La solidez del sistema financiero es un buen referente así como su crecimiento promedio sostenido en los últimos años por encima del 6%.
Para finalizar, pretendo motivar a los amables lectores que tienen paciencia con mis columnas para que me escriban y de esta forma poder determinar el orden en que desean aparezcan publicados los siguientes análisis: A) Corea del Norte, una introspectiva al conflicto desde la doctrina Juche. B)
La Tercera Revolución Industrial: 4G. C) Sur ífrica, la Copa del Mundo y los Township. D) Consideraciones en torno a la zona Euro y la debacle griega, implicaciones en el resto de Europa y E) Aportes de la migración japonesa en el Perú, investigaciones que he venido realizando y las cuales me gustaría compartir. Sus comentarios y sus preferencias en el orden que desean sean publicados son más que bienvenidos.