Hace dos años se esperaba que el Presidente de la República nombrara en su Gabinete a una persona versada en los diferentes problemas que presenta el sistema nacional educativo; que estuviera decidida a enfrentar los retos que traí­a aparejada la socialdemocracia como plataforma ideológica del partido polí­tico ganador.

Sin embargo… NO FUE ASí y se nombró a una persona de profesión económica para dirigir la educación en Guatemala; tal medida fue objetada por los sectores que son afines, conocedores y profesionales en el tema de la educación; pero como «donde manda capitán, no manda marinero?» el Mineduc se quedó en manos «ajenas».

El doctor Olmedo España es uno de los ideólogos del plan educativo que el presidente Colom quiso poner en marcha al principio de su gestión administrativa; este plan fue trastocado en algunos aspectos y no inició como debió haber sido, es más, fue parchado y las consecuencias están a la vista.

No es mi intención hacer una apologí­a del doctor Olmedo España, pero en las circunstancias actuales, ¿quién mejor que él para que impulse de verdad el proyecto educativo social demócrata por el cual votó Guatemala? í‰l sí­ tiene la capacidad para ello puesto que es uno de sus creadores y sabe cómo, cuándo, dónde, para qué y las medidas acertadas para que la población estudiantil guatemalteca tenga acceso a la educación.

No vamos a referirnos a los actos de la ex ministra, porque comprendemos que el resultado de su trabajo es consecuencia de su formación como economista; ella no es educadora, por lo tanto tiene otra perspectiva de la realidad educativa del paí­s porque no la conoce. Pero en fin? ella ya es historia.

Entendemos que la expectativa del presidente Colom rebasó la realidad de quienes desempeñaron cargos en su administración; y ello se debió a que ya no eran las mismas personas con quienes trabajó cuando fueron funcionarios y empleados del ex presidente Jorge Serrano Elí­as. Tal vez ellos cambiaron y dejaron por un lado la ideologí­a de proyección social, lo cual se manifestó en forma más que evidente con sus conductas públicas en los ministerios de Economí­a y Educación.

Ahora es el tiempo de darle la oportunidad en el Ministerio de Educación al doctor Olmedo España, quien conoce su campo, lo domina y por si fuera poco, estructuró el plan educativo de la UNE para este perí­odo de Gobierno. Guatemala ya no desea más improvisaciones.