Opinión técnica


Sin otro ánimo que el de buscar la verdad, La Hora entrevistó al ingeniero Manuel Urrutia, quien fue director de la Unidad Ejecutora del Plan de Saneamiento que construyó los grandes colectores cuya obra se inició a mediados de los años setenta. Ayer publicamos esa entrevista en la que da una explicación absolutamente clara para entender lo que ha ocurrido con los dos hundimientos y, lo más importante, lo que hay que hacer para prevenir una nueva catástrofe en alguna de las zonas por donde pasan los colectores.


Como bien dice el ingeniero Urrutia, no se trata de andar buscando responsables y su trabajo no se orienta a eso, sino simplemente de explicar lo que está ocurriendo y las medidas correctivas que se tienen que tomar para asegurar que no se produzca otro hundimiento como los dos que se han tragado viviendas y personas. De acuerdo con ese espí­ritu del planteamiento que nos hizo el ingeniero Manuel Urrutia, La Hora quiere exhortar a las autoridades municipales a evaluar esa entrevista con madurez y serenidad, sin el prejuicio que les ha llevado a rechazar a priori cualquier explicación que no se ajuste a la que los técnicos le vendieron al Alcalde. La mayorí­a de los técnicos de la Municipalidad capitalina conocen al ingeniero Manuel Urrutia, no sólo porque fue presidente del Colegio de Ingenieros sino por su honesta trayectoria de muchos años trabajando durante administraciones municipales de distinto origen y tendencia. Urrutia es un experto en el tema de la Ingenierí­a Sanitaria y desde el incidente en el Barrio San Antonio se ha preocupado por estudiar a fondo lo que ocurrió y de esa cuenta, con base en esos conocimientos técnicos que en él adquieren caracterí­stica de excelencia, nos ofreció su explicación. Por ello es que instamos al mismo Alcalde a que lea detenidamente la entrevista y, de ser posible, trate de propiciar un acercamiento con el técnico que dirigió la construcción de los colectores y que es, sin duda, el que más experiencia tiene en el paí­s sobre esa materia. Urrutia sabe exactamente las razones del diseño peculiar de nuestro sistema de colectores y con base en ese dominio del tema puede explicar, sin demagogia ni más ánimo que el de prevenir nuevos hundimientos, lo que está ocurriendo y lo que se tiene que hacer. Nuestra intención no es ponerle el dedo a su administración ni recriminarle a la Municipalidad por los dos agujeros. Simplemente pretendemos ayudar a que se evite otra tragedia y sabemos que si se toman en cuenta las indicaciones que nos ofreció el ingeniero Manuel Urrutia se puede lograr ese objetivo. La explicación está dada y el aporte es concreto.