¡BASTA, la violencia NO puede dominarnos!
Siguiendo con el tema de Reforma Educativa para Guatemala, es esencial pensar en diferentes opciones que podrían ser muy útiles para afrontar situaciones como tener demasiados alumnos en un grado, tener que construir más salones, no tener suficientes maestros para satisfacer la demanda y mejorar la excelencia en el aula; todo producido por la gratuidad de la educación pública. No es secreto el que por años, he abogado por una reestructuración del Ministerio de Educación y estoy convencido de que hay que pensar profundamente sobre opciones que mejoren el proceso educativo en el aula y también mejorar las condiciones de trabajo de los maestros. De nuevo traigo estas ideas que son para estimular el pensamiento de los miembros del Consejo Nacional de Educación. Los integrantes de dicho Consejo tienen que atender y discutir ideas opcionales para satisfacer las necesidades educativas de un país multi-todo, especialmente los aspectos esenciales en el proceso educativo. Hay que buscar ideas que puedan producir un sistema o plan experimental como una forma de satisfacer las demandas que la sociedad hace al Mineduc. Recordemos de dónde viene la estructura organizacional educativa que los sistemas escolares han venido utilizando desde los primeros años del siglo pasado. El calendario tradicional del año escolar con el inicio temprano en las mañanas y tres meses de vacaciones durante los meses de verano, en países de cuatro estaciones climáticas, fue diseñado cuando la mayoría de las personas vivían en granjas. En esa época, el calendario escolar fue hecho para permitir que los niños estuvieran libres para ayudar a sus padres en la siembra y cosecha de las plantaciones de productos agrícolas. Durante los meses más calurosos del verano, no tuvieron aire acondicionado, como hoy día, y por eso se mantuvo y lo mantenemos; de acuerdo al clima y época de cosecha de países con cuatro estaciones climáticas marcadas aun cuando los años de énfasis en lo agrícola ya han pasado. Sin embargo, en Guatemala sí se ve cómo el asunto de trabajo afecta a un gran número de niños, hijos de padres que migran a la costa durante la época de cosecha para trabajar en fincas. Se mantiene la estructura educativa de nueve meses de clases y tres meses de vacaciones, manteniendo, teóricamente, 180 días de clase en esos nueve meses. Este punto es precisamente una de las situaciones que hay que remediar para que realmente se pueda hablar de excelencia educativa. Pienso que de repente Guatemala debe probar cambiando esa organización del calendario escolar y el horario de asistencia, a uno que cubra todo el año, con más horas de clase. Hay una ley del Mineduc que permite el cambio del calendario escolar pero nadie la usa porque todas las decisiones al respecto se hacen todavía en la Avenida de la Reforma, en la ciudad de Guatemala. ¿Qué significa tener un calendario escolar todo el año? Obviamente habría que reorganizar el año para proveer un aprendizaje más continuo a los alumnos sin la interrupción que inclusive produce el olvido de lo aprendido durante los nueve meses anteriores. Esa reorganización rompe los tres meses seguidos de vacaciones en vacaciones más cortas pero más frecuentes durante el año escolar. Las vacaciones más cortas permiten más tiempo durante ese período, para otras actividades interesantes y educativas para los niños. El calendario escolar de doce meses, es organizado en períodos de aprendizaje y en un período de descanso más equilibrado. Uno de los principios de la evaluación escolar, es que haya retroalimentación inmediata a los alumnos demostrando el trabajo escolar que han hecho bien y donde se necesita volver a repasarlo. Eso podría hacerse durante el período de descanso y no tener que esperar para clases particulares en las tardes poniendo más presión y estrés a los niños y no esperar el período de vacaciones de tres meses donde el alumno tiene que estudiar para «ganar» las retrasadas o no ser promovido de grado. Ese sistema puede ser diseñado para los niños migrantes, niños en necesidad remedial y los que necesitan apoyo especial en su aprendizaje. El propósito es que todos los alumnos logren el éxito siempre y cuando se les dé la oportunidad de aprender realmente los contenidos y que lo puedan demostrar en múltiples formas evaluativas. El efecto de lo anterior sería que al regresar a clases, el maestro no pasaría tanto tiempo en el diagnóstico de cómo vienen los alumnos después de tres meses de vacaciones, de olvido y tener que hacer el repaso obligatorio para poner a todos los alumnos en igualdad académica para iniciar el nuevo año escolar. Esta reorganización permite re pensar el currículo y enriquecerlo en la continuidad de sus actividades como la lectura, base de las otras materias escolares. Los integrantes del CNE pueden discutir estas ideas. Continuará.