El máximo organismo de las Naciones Unidas para los Derechos humanos condenó hoy a Siria debido a las «violaciones generalizadas y sistemáticas» cometidas contra civiles en la represión de la disidencia. Mientras tanto, más gobiernos occidentales cerraron sus embajadas en Damasco debido al deterioro en la seguridad.
Los miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobaron por 37 votos a favor y tres en contra —los de Rusia, China y Cuba— una resolución que presentó Turquía. Cuatro integrantes del organismo, de 47 naciones, se abstuvieron y cuatro no emitieron voto.
La resolución exhorta a Siria para que suspenda de inmediato todos los ataques contra civiles y permita el acceso irrestricto a diversos grupos de asistencia humanitaria. También apoyó la recopilación de pruebas sobre posibles crímenes de lesa humanidad y otros abusos graves en la lucha en Siria para que los culpables puedan ser responsabilizados más adelante.
El Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, carece de capacidad jurídica, pero los diplomáticos lo consideran un aval moral que puede alentar resoluciones similares en el poderoso Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La banca de Siria permaneció vacía durante la votación, después que el enviado de ese país a la ONU se retiró el martes del Consejo tras acusar al organismo de apoyar el terrorismo y prolongar la crisis en su país.
Rusia y China se opusieron a una resolución parecida ante el Consejo de Seguridad por temor a que desemboque en una acción militar occidental contra el régimen del presidente sirio Bashar Assad.
«Esperemos que quienes votaron contra la resolución hoy puedan ver qué aislados están en la comunidad internacional», afirmó el embajador británico en Ginebra, Peter Gooderham. «Esperamos fervientemente que esto tenga impacto en Beijing, en Moscú y por supuesto en Ginebra».
La ONU calcula que más de 7.500 personas han muerto desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Assad en marzo del 2011.
El jueves, la cancillería británica confirmó que el Reino Unido cerraba su embajada en Siria y retiraba a todo su personal diplomático por el deterioro de la seguridad.
Suiza anunció el miércoles por la noche que cerraba temporalmente su oficina en Damasco, lo mismo que hizo Estados Unidos a principios de febrero.
Retiro
Los rebeldes sirios anunciaron hoy que están efectuando una «retirada táctica» del distrito asediado de Baba Amr en Homs debido al deterioro de la situación humanitaria después de un mes de ataques militares. Agregaron que se están quedando sin armas y que las condiciones humanitarias son catastróficas.
Mientras se intensifica la ofensiva a la ciudad de Homs, el principal grupo opositor sirio formó un consejo militar para organizar la resistencia armada y canalizar armas a los rebeldes, un indicio del grado de militarización que ha alcanzado el conflicto durante el último año a medida que Siria se encamina a una guerra civil.
Un funcionario sirio dijo el miércoles que el gobierno planea una amplia ofensiva para «limpiar» el distrito de Baba Amr, controlado por los rebeldes.
La brigada de rebeldes de Baba Amr dijo que se replegaban para salvar a unos 4.000 civiles que insistieron en quedarse en sus viviendas. Agregaron que la decisión se basó en el «deterioro de las condiciones humanitarias, la falta de alimentos y medicinas, y los cortes de agua, electricidad y comunicaciones, como también la escasez de armas».
Homs, con un millón de habitantes, es la tercera ciudad de Siria. Antes del comienzo de la rebelión, los activistas calculaban que 100.000 personas vivían en Baba Amr. Pero muchos han huido durante el último año y se cree que la población se ha reducido notablemente.
El sitio de Baba Amr ha sido uno de los más cruentos. Los rebeldes controlaron el área durante varios meses hasta que a principios de febrero las fuerzas del régimen rodearon el vecindario y empezaron a cañonear las casas y mataron a centenares de personas. Muchos de los heridos no pudieron llegar hasta los médicos, lo que obligó a los residentes a improvisar clínicas.
Los ataques implacables afectaron el suministro de electricidad y los servicios de teléfono e internet.
Burhan Ghalioun, titular del Consejo Nacional Sirio, de oposición, dijo en una conferencia de prensa en París que los rebeldes se han desplazado de algunas áreas pero agregó que la resistencia en Baba Amr «sigue siendo firme».
Antes del anuncio del repliegue, Rami Abdul-Rahman, titular del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que se libraban «intensos combates» en las entradas de Baba Amr pero que los soldados todavía no habían logrado entrar.