La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó hoy una resolución que condena el referéndum de adhesión de Crimea a Rusia con 100 votos a favor, 11 en contra y 58 abstenciones.
La resolución, no vinculante y en la que no se nombra a Rusia, llama a la comunidad internacional a no reconocer una modificación de las fronteras ucranianas y a encontrar una resolución diplomática. Según el texto, no debe reconocerse el resultado del referéndum en el que los habitantes de la península de Crimea votaron a favor de integrarse en la República Rusa.
La postura de Rusia fue apoyada por Bolivia, Venezuela, Corea del Norte, Nicaragua y Zimbabwe, entre otros. China se abstuvo.
«Fuimos testigos de la más grave violación del derecho internacional», afirmó durante la sesión el ministro de Exteriores del gobierno interino de Ucrania, Andrei Deschitsa. «Esta agresión fue preparada y planificada, aunque no existía el menor motivo», agregó el ministro, que aseguró que su país buscó un acercamiento a Rusia.
«Cuando les propusimos un acuerdo militar, Moscú lo rechazó. Dijeron que era absurdo que alguien atacase Ucrania», explicó el político ucraniano.
Sin embargo, el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, se remitió al referéndum de Crimea. «Una impresionante mayoría votó a favor de la adhesión a Rusia. No podíamos menospreciar la voluntad del pueblo», explicó. Churkin acusó al gobierno de Kiev de no tener el país bajo control y aseguró que la violencia domina la política. «Por el contrario, nosotros rechazamos toda confrontación», afirmó.
Para la representante de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, se trata «de la independencia, la soberanía y la integridad territorial de uno de nuestros miembros. Se trata de que las fronteras de un país no son sólo recomendaciones».
Power denunció que Rusia haya actuado desde su posición de fuerza. «Un mundo que funcione con esas bases sería un mundo peligroso», agregó.