Once años han pasado?


El 2 de abril de 1996 dejé formalmente la ciudad para vivir en la provincia. Ese dí­a, un Lunes Santo, llegué a Puerto Barrios hasta las puertas del Hospital Infantil, eran las ocho en punto de la mañana.

Mario Castejón

El Infantil no tení­a director y dí­as atrás hablé con el entonces presidente ílvaro Arzú, quien no dejó de sorprenderse, ílvaro quizá creí­a que iba a pedirle otra cosa, alguna ventaja o un cargo público encumbrado. Habí­a postulado a la Presidencia de la República y el resultado después de una «campaña pobrí­sima» si es que se puede llamar campaña, habí­a sido desastroso. No hay peor cosa en la polí­tica que dejar pasar el momento y dar el paso en el tiempo equivocado.

Fueron 12 años de brega, sin dinero y con mucha ingenuidad, habí­a hecho de todo, desde estar en la cárcel por el arranque no meditado de un dictador, participado en el teatro de guerra en Centro América, denunciado con pruebas la corrupción, sufrido dos atentados y participado en una conspiración para derrocar al Gobierno. Sin embargo puedo decir con toda la verdad que lo que siempre me movió fue trabajar por los pobres, por los desposeí­dos y mi mayor pecado fue haber repudiado al marxismo y a los demagogos baratos, a las dictaduras y a los corruptos, pero sobre todo haber perdido el norte, la luz que guiaba mi vida.

Los años 96, 97 y 98 los dediqué al Hospital Infantil, mis objetivos se cumplieron en medio del agradecimiento de la gente sencilla que servimos. Con restos de equipo usado y voluntad organizamos una sala de cuidado intensivo y luego un plan para rotar a jóvenes pediatras dentro del Programa de Enseñanza Universitaria, sangre nueva que renovó el hospital.

Al año siguiente 1999, nació el Proyecto de Conservación de la Naturaleza en la selva del Canal Inglés que se alternó con una responsabilidad que acepté del mismo presidente ílvaro Arzú: coordinar una comisión, un panel de expertos (yo no lo era, pero mi función era coordinar) y con apoyo de las Naciones Unidas elaborar una propuesta para transformar el Sistema Penitenciario. Entregamos la propuesta y se disolvió la comisión a finales de 1999.

El año 2000 trabajamos duro en el Canal Inglés, la idea de un parque en aquellas selvas era el objetivo. La Municipalidad local colaboró pero CONAP lo bloqueó con un sinfí­n de amenazas. Pedí­ apoyo a la Empresa del Puerto y esto hizo posible continuar con otros proyectos.

Trabajamos con la Universidad de Florida y con el Servicio de Parques de los Estados Unidos de América surgiendo FUNDAPARQUE, una Institución no lucrativa con fines conservacionistas, fui su primer presidente. La clasificación de peces del Lago de Izabal, dirigida por el doctor Rolando Wer, el Estudio del Potencial Biológico del Arrecife del Motagua, la Preservación del Cocodrilo de Agua Salada y lo que queda del Bosque Cenagoso son frutos de ese esfuerzo contando con mucho corazón y un bolsillo pobre, las Universidades de Florida, Wursburg y Alcalá de Henares conocieron nuestra labor.

Conté con el apoyo de la Empresa Portuaria tanto en la administración de Arzú así­ como la de Portillo y la actual hasta octubre pasado. Por cierto a finales del año 2001 por dañar a mi hija secretaria y vocera por seis meses del Gobierno de Portillo (del cual renunció para no aceptar otro cargo) algún enemigo gratuito desde un matutino falseando la información con medias verdades y medias mentiras señaló mi trabajo como un favoritismo o una forma de nepotismo, no lograron su propósito, los hechos estaban a la vista y seguimos adelante.

La casa en donde trabajo que hicimos habitable hace 11 años a pocas cuadras de donde desembarcaron los Colonos Belgas de la Goleta Marie Louise a mediados del siglo XIX, es la misma que habitamos hasta hoy, cuidamos su hermosa arboleda en un amplio jardí­n. Una vieja casa con techo de lámina que por dentro más parece un museo con los recuerdos de toda una vida. Afuera cuelga un rótulo. FUNDARPARQUE, Investigación, Conservación, Manejo y Desarrollo. Hoy trabajamos recolectando y clasificando las plantas medicinales que usan los curanderos indí­genas en la selva y ayudando un poco en el Centro de Salud una Unidad que sigue viviendo las inclemencias de otro gobierno que fracasó en ese tema fundamental.

Escribo mi columna en LA HORA cada semana y continuó las visitas al bosque que son reconfortantes, y me hacen recordar aquellos años remontando los grandes rí­os de Petén con entrañables compañeros de aventuras: mis hermanos Rafael y Jorge y los inolvidables amigos hoy profesionales famosos: Federico Sánchez, Humberto Soriano, David Vela, Héctor Peña, Carlos Vassaux, Carlos Beteta y René Estrada. Aparecen algunas noches en mis sueños y al despertarme veo sus fotografí­as en la pared junto a la de Jim Corbett el gran cazador de tigres devoradores de hombres en la India y luego famoso Conservacionista, el hombre que en la reencarnación yo quisiera ser. Lo estuvimos recordando el martes pues murió el 17 de abril de 1955, hizo esta semana 52 años.