Olmert se aferrará al poder


El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, está decidido a permanecer en el poder a pesar de las duras crí­ticas sobre su gestión de la guerra del Lí­bano de 2006 que deben figurar en un informe a publicarse hoy.


«No habrá elecciones anticipadas, el primer ministro está decidido en esa cuestión y ninguna campaña de presión lo hará cambiar de opinión», advirtió el ministro de Finanzas, Roni Bar-On.

Este allegado al jefe del gobierno hizo esas declaraciones pocas horas antes de la difusión del informe definitivo de la comisión de investigación oficial presidida por el juez retirado Eliahu Winograd, en una conferencia de prensa a celebrarse en Jerusalén hacia las diez de la mañana (hora de Guatemala).

Winograd debe entregar antes su informe al primer ministro.

Este documento de más de 600 páginas redactado en base a 74 testimonios de dirigentes polí­ticos y militares y de expertos no incluirá «recomendaciones» personales.

En otras palabras, no pedirá explí­citamente una eventual renuncia de Olmert, cuya responsabilidad en los errores cometidos durante la guerra en Lí­bano ya fue señalada en un informe preliminar publicado a principios del año pasado.

Sin embargo, según la radio militar, el juez Winograd podrí­a ser tan contundente en sus crí­ticas que Olmert, que ya registra una caí­da sin precedentes en los sondeos, podrí­a verse obligado a renunciar.

Algunos responsables citados por los medios de comunicación, y sobre todo varios ministros miembros del partido Kadima, indicaron que apoyaban a Olmert, pero que no tení­an intenciones de «participar en un suicidio colectivo del partido» oficialista si el informe fuese demasiado duro.

La otra incógnita es la actitud de Ehud Barak, el ministro de Defensa y jefe del Partido Laborista.

Después de haber afirmado que Olmert deberí­a renunciar si este informe fuera demasiado crí­tico, Barak sugirió que era preferible que el gobierno actual continuara «por el bien del Estado».

Si se viera privada de los 19 legisladores laboristas, la coalición gubernamental de 67 diputados, de los 120 que tiene la Knesset (parlamento unicameral), se derrumbarí­a. Sólo se puede organizar elecciones anticipadas si la Knesset se pronuncia a favor de su disolución por un voto mayoritario, ya que la legislatura deberí­a terminar en noviembre de 2010.

Por el momento, esta perspectiva no atrae a ninguno de los partidos de la mayorí­a, ya que todas las encuestas pronostican una victoria abrumadora de Benjamin Netanyahu, el jefe del partido Likud (derecha).

El estado mayor del ejército también se prepara para este informe, que podrí­a acusar directamente a los responsables militares de la época, incluyendo al jefe de estado mayor Dan Halutz, quien ya renunció el año pasado, y al ex ministro de Defensa Amir Peretz.

Este informe examina fundamentalmente la polémica decisión de Olmert de lanzar una ofensiva terrestre en el sur de Lí­bano apenas 60 horas antes de la firma de una tregua concluida bajo la égida de la ONU, que entró en vigor el 14 de agosto. Ese ataque costó la vida a 33 soldados israelí­es.

En total, más de 1 mil 200 libaneses –en su mayorí­a civiles– murieron en este conflicto, así­ como 160 israelí­es, casi todos militares.