El poderoso sindicato unitario de maestros estatales inició una huelga general indefinida en Perú en protesta contra la política de reformas al sector del gobierno socialdemócrata de Alan García, con lo que se une a una serie de protestas de distintas comunidades en varios puntos del país.
El balance de la primera jornada de huelga del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación Peruana (Sutep) arrojó cifras contradictorias: según los organizadores fue seguida mayoritariamente, en tanto que el gobierno indicó que un 15% la acató.
Las principales emisoras de radio del país, RPP y CPN, destacaron que la medida halló eco masivo en todo el país con muestras de gran ausentismo de profesores en escuelas de la capital peruana y de las provincias.
Mientras tanto en las calles de Lima, la policía dispersó con bombas lacrimógenas y chorros de agua a cientos de maestros que marcharon este jueves por las calles de la capital en contra de la política educativa del gobierno.
Los desórdenes se produjeron en las cercanías del Congreso, donde hubo refriegas entre docentes y agentes antimotines.
La policía detuvo a un número no precisado de manifestantes.
El Sutep, que agrupa a unos 300.000 profesores de escuelas públicas en todo el Perú, exige al Gobierno modificar un proyecto de reforma de la carrera magisterial que considera perjudicial.
El secretario general del Sutep, Luis Muñoz, quien lanzó la huelga, denunció que la reforma a la carrera magisterial «es una trampa para iniciar despidos» de maestros incómodos por parte de las autoridades.
El gremio mantiene un abierto enfrentamiento con el gobierno de García desde que éste volvió al poder el 28 de julio de 2006.
El primer ministro Jorge del Castillo denunció que detrás de las protestas hay «una suerte de complot político orquestado por pequeñas cúpulas politizadas» de la izquierda radical.
La huelga empezó a casi una semana del paro nacional a efectuarse el 11 de julio, convocado por los importantes gremios minero y agrario, dos pilares de la dinámica economía peruana, que creció más de 7% en 2006.
La Confederación General de Trabajadores del Perú, la mayor central de trabajadores del país, anunció además marchas pacíficas de protesta el mismo 11 de julio en rechazo a la «política neoliberal del gobierno».
El ministerio de Educación declaró el miércoles ilegal a la huelga nacional, alegando que el sindicato no respetó procedimientos administrativos para lanzar la medidad de fuerza.
La reforma magisterial todavía está en pañales porque es un proyecto de ley que se encuentra en comisiones en el Congreso unicameral, indicó la presidenta del Parlamento, la oficialista Mercedes Cabanillas.
El Sutep reclama un mayor debate al proyecto de ley de Carrera Pública Magisterial, alegando que deja abierta la puerta para despedir a profesores y exige el nombramiento directo de sus afiliados, previa capacitación.
El gobierno, en un intento de quebrar el paro, informó que registró hasta 12.000 maestros sustitutos para reemplazar a los docentes del Sutep que acaten la huelga.
La medida de fuerza del Sutep añade más leña al fuego, en momentos que el país conoce una ola de protestas y huelgas sin precedentes en diversas regiones, justo cuando García está por cumplir un año en el poder el 28 de julio.
La región Ucayali (nororiente) cumple 10 días de huelga en contra de la eliminación progresiva de exoneraciones tributarias. La paralización inmovilizó a unos cien turistas, entre peruanos, estadounidenses, suizos y alemanes, debido a que el aeropuerto de Pucallpa, la capital regional, está inoperativo.
La región Puno, frontera con Bolivia, vivía este jueves su cuarto día de huelga en protesta por falta de fondos provenientes del gobierno central y por la presencia de relaves mineros en uno de sus ríos.
Las regiones Huancavelica y Ayacucho (sudeste), dos de las más pobres del Perú, también registraron paralizaciones en protesta por falta de fondos para obras.