La primera ola de calor desde agosto de 2006 sobre la costa este de Estados Unidos podría traducirse en temperaturas récord en Nueva York, mientras que en el centro del país continuaban hoy las inundaciones.
Según medios locales, las inclemencias climáticas provocaron al menos ocho muertos, al tiempo que centenares de miles de personas sufrían las inundaciones y los cortes de electricidad.
En algunas regiones estaban cortadas todas las rutas, según Pat Slattery, portavoz del servicio meteorológico nacional. Varios puentes fueron clausurados y uno colgante en el estado de Iowa (centro) se derrumbó.
Vientos intensos se abatieron este fin de semana sobre nueve estados, desde Texas (sur) hasta Minnesota (norte). El gobernador de Indiana (norte) hizo un llamado a la Guardia Nacional para que construyera diques temporarios, mientras se declaró el estado de emergencia en 23 condados.
En la costa este de Estados Unidos la ola de calor comenzó el sábado último, y las previsiones meteorológicas indicaban una temperatura de 36,7°C para Nueva York, la más alta desde 1933 en esta época del año.
«Les recordamos a nuestros clientes que apaguen sus equipos de aire acondicionado cuando no están en sus casas, bajen sus cortinas y usen sobre todo ventiladores», declaró Alfonso Quiroz, portavoz de Con Edison, que suministra electricidad a la ciudad de Nueva York.
Cortes de corrientes tuvieron lugar en Brooklyn, indicó un portavoz. También se suspendieron en la mañana algunos ramales del metro de la ciudad a raíz de una avería eléctrica.
El domingo, unos 600 mil neoyorquinos colmaron las playas de la costa atlántica y 3.000 personas agobiadas por la canícula utilizaron los 40 centros de asistencia instalados en la ciudad para refrescarse.