El gobierno de México anunció una recompensa de hasta 721.000 dólares para quien dé información que permita localizar a siete policías federales y cuatro agentes estatales desaparecidos entre 2009 y 2010 en hechos atribuidos al crimen organizado.
La Procuraduría General de la República (PGR) publicó el martes en el Diario Oficial los acuerdos de recompensa, en uno de los cuales señala que siete policías federales y un civil fueron privados de su libertad el 16 de noviembre de 2009 en el estado occidental de Michoacán, presuntamente por miembros del cartel de las drogas de La Familia.
En otro acuerdo la PGR refirió que el 29 de noviembre de 2010 fueron plagiados cuatro miembros de la Fiscalía General de Durango por presuntos miembros del crimen organizado.
Aunque en ambos casos han sido detenidas varias personas, hasta ahora se desconoce el paradero de los agentes federales y estatales, además del civil.
La PGR también ofreció una recompensa de entre 216.000 y 500.000 dólares a quien proporcione información que permita detener a los responsables de los secuestros.
México lanzó al inicio del gobierno del presidente Felipe Calderón, en diciembre de 2006, una ofensiva contra el narcotráfico en diversas zonas del país afectadas por la violencia de los carteles de las drogas.
Además de disputas con grupos rivales y algunos ataques contra civiles, los carteles también han hecho blanco de sus ataques a fuerzas del orden, tanto locales como federales.
La violencia atribuida al crimen organizado había dejado en todo el país más de 35.000 personas asesinadas hasta finales de 2010, según el último reporte oficial, aunque conteos de medios de comunicación señalan que la cifra ya supera los 40.000 muertos.
En el caso de los siete policías federales, la PGR señaló que fueron plagiados en la municipalidad de Zitácuaro y aunque ya han sido detenidas 10 presuntos delincuentes, las autoridades creen que todavía hay otros cómplices libres.
El plagio, añadió la dependencia, fue «cometido presuntamente por miembros de la organización delictiva ‘La Familia Michoacana»’, un cartel que en 2009 prácticamente dominaba las actividades delictivas en Michoacán, pero que desde entonces ha recibido diversos golpes al punto que las autoridades creen que está prácticamente desmantelado.
Antiguos miembros de La Familia se escindieron hace unos meses y crearon el grupo de los llamados Caballeros Templarios.
Uno de los agentes, identificado como Luis íngel León, es hijo de Araceli Rodríguez, una mujer que se unió al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad del poeta Javier Sicilia y desde donde ha elevado la voz para exigir respuestas ante la desaparición.
Rodríguez ha participado en los diálogos públicos del movimiento con el presidente Calderón, a quien le ha reclamado lo que ha calificado como «indiferencia» frente a su tragedia. El mandatario se ha comprometido a hacer todo lo que se pueda para dar con el paradero de los policías federales.
En el caso de los agentes de la Fiscalía de Durango, la PGR sólo señaló que fueron plagiados por miembros de la «delincuencia organizada», aunque no identificó un grupo específico.
La Procuraduría señaló que varios presuntos responsables ya han sido detenidos, salvo un hombre identificado como Luis Alfonso Guevara Guereca, alias «El Gí¼ero Balas».