Ofrecen continuidad en conversaciones


Negociación. Fachada del edificio donde se reúnen los lí­deres talibanes y las autoridades sudcoreanas, que negocian la liberación de rehenes compatriotas de estos últimos.

Las negociaciones entre los insurgentes talibanes y una delegación de Corea del Sur sobre la liberación de los 21 rehenes surcoreanos entran hoy sábado en su segunda jornada sin contratiempos, dijo Mullah Bashir, representante del movimiento talibán.


En unas breves declaraciones a la prensa en las oficinas de la sociedad afgana de la Media Luna Roja en Ghazni, donde empezaron ayer las conversaciones entre los dos bandos, Bashir expresó su confianza de que éstas llevarán a la liberación de todos los rehenes, así­ como de los prisioneros talibanes.

«El carácter de las conversaciones es optimista y esperamos que lleve a la liberación de los 21 rehenes surcoreanos y al mismo número de talibanes», dijo Bashir a los periodistas.

Los militantes talibanes capturaron a 23 ciudadanos surcoreanos, entre los que figuran 18 mujeres, hace tres semanas y hasta el momento han ejecutado a dos hombres y han amenazado con seguir con las matanzas si se ignoran sus demandas, entre las que está la liberación de los presos talibanes.

El gobierno afgano ha rechazado responder a las demandas de los insurgentes, alegando que el intercambio de prisioneros llevarí­a a los rebeldes a tomarlo como modelo. El gobierno ha garantizado la seguridad de los dos miembros de la delegación talibana durante las negociaciones.

En este sentido, Mullah Bashir confirmó su confianza en que las negociaciones directas que empezaron el viernes entre miembros del movimiento rebelde y de Corea del Sur lleven a la pronta liberación de los 21 rehenes.

Si las conversaciones directas son satisfactorias, «todos los surcoreanos serán liberados hoy o mañana», señaló.

Los funcionarios afganos y surcoreanos no facilitaron más información.

Anteriormente, el portavoz de los talibanes Qari Yusuf Ahmadi, tachó la oferta de un rescate a cambio de la liberación de los rehenes de intento por parte del gobernador de Ghazni, Mirajudin Pathan, de difamar a los talibanes.

Resolución inminente

Los talibanes se declararon hoy «optimistas» sobre el caso de los 21 herejes surcoreanos, y aseguraron que su resolución podrí­a ser inminente, aunque una nueva ronda negociadora con enviados de Seúl terminó sin resultados en Ghazni, en el sur de Afganistán.

«Tenemos una gran esperanza de que la crisis de los rehenes se resuelva hoy (sábado) o mañana», manifestó un negociador de los rebeldes islamistas, Qari Bashir, en una rara aparición ante la prensa, en las afueras del edificio donde negocian con los enviados especiales de Seúl.

«Las negociaciones se terminaron por hoy», aseguró poco después Franz Rauchenstein, número dos de la Cruz Roja afgana y facilitador de las negociaciones en el edificio de la institución en el centro de Ghazni, a 140 km al sur de Kabul.

El negociador talibán, a pesar de ser optimista, subrayó sin embargo a la prensa que «los rehenes quedarán libres si el gobierno acepta nuestra petición de liberar a» algunos talibanes actualmente presos.

El negociador talibán precisó en declaraciones reproducidas por el canal qatarí­ Al Yazira que «los rehenes están felices, no tienen ningún problema y están seguros».

De los 23 jóvenes evangelistas surcoreanos secuestrados, dos hombres ya fueron ejecutados para forzar al gobierno afgano a aceptar el canje de presos exigido por los talibanes.

Sin embargo, las autoridades afganas rechazaron de nuevo las exigencias de los secuestradores.

El portavoz presidencial, Homayun Hamidzada, reiteró que «no hay cambios en la posición del gobierno afgano en lo que se refiere a la liberación de los talibanes prisioneros».

Tras dos dí­as de conversaciones telefónicas, las negociaciones directas entre surcoreanos y talibanes comenzaron el viernes a última hora en Ghazni, donde el 19 de julio fueron secuestrados los surcoreanos, con la garantí­a del gobierno afgano de que no arrestará a los negociadores islamistas.

El segundo negociador talibán, que se identificó como mulá Nasrulá, explicó que los talibanes «presentaron una lista de ocho prisioneros» cuya liberación piden.

«Una vez que el gobierno lo acepte, presentaremos otra lista más grande de prisioneros», agregó.

«Así­ como los surcoreanos están preocupados por sus compatriotas, nosotros también estamos preocupados por nuestros amigos», dijo Nasrulá.

Sobre el estado de salud de los rehenes, el negociador confirmó que «es bueno». La semana pasada les fueron suministrados medicamentos.

Sin embargo, el presidente afgano, Hamid Karzai, se niega a todo canje de presos tras haber sido muy criticado, sobre todo por Estados Unidos, al liberar en marzo a cinco importantes dirigentes talibanes a cambio del periodista italiano Daniele Mastrogiacomo.

El gobierno afgano afirma que ceder ante los talibanes sólo propiciará nuevos secuestros.

Kabul intentó convencer a los islamistas a liberar a las 16 mujeres del grupo argumentando que es «infamante» para el islam, como subrayó el jueves Karzai, tener a mujeres como rehenes.

Recientes informaciones de prensa ventilaron la posibilidad del pago de un rescate. El diputado progubernamental, Mahmood Gailani, declaró a principios de agosto que ésa «es la única opción que queda».

Karzai fue recibido el lunes por su homólogo George W. Bush en Estados Unidos, primer apoyo financiero y militar para la estabilización de Afganistán tras la intervención internacional para derrocar a los talibanes a finales del 2001.

Washington dijo que «no habrá contrapartida» en la crisis de los surcoreanos.

Además de los surcoreanos –el mayor secuestro de extranjeros desde la caí­da del régimen islamista talibán–, un ingeniero alemán de 62 años fue secuestrado por los integristas el 18 de julio en la misma región.