Oferta de campaña a prueba con la discusión del presupuesto



En la recta final de la primera vuelta prevista para el 9 de septiembre, los candidatos presidenciales coinciden en la necesidad de reorientar y asignar mayores recursos a las carteras de salud y educación. Todos están de acuerdo en que debe priorizarse la inversión en estos renglones para apoyar a Guatemala en su desarrollo integral.

Durante los dos últimos meses, La Hora puso a disposición de los candidatos presidenciales un espacio para que presentaran sus planes de gobierno. Precisamente en esta edición, presentamos a nuestros lectores un resumen de las principales propuestas en materia de salud y educación en las que se comprometen a priorizar de resultar electos.

Vimos con atención que las propuestas no se diferencian unas a otras, excepto con el planteamiento del candidato presidencial del PAN, que ofrece exonerar del IVA a los productos de la canasta básica, la educación y las medicinas, lo cual incidirí­a en la recaudación tributaria. La mayorí­a de candidatos ofrece reorientar, priorizar y aumentar el presupuesto de inversión, pero nadie concretamente dice de dónde obtendrá los recursos.

Los ofrecimientos en esta materia creemos que serán puestos a prueba en la discusión del Presupuesto General de la Nación para el 2008. La oferta de campaña debe reflejarse en la posición de cada uno de los bloques legislativos, porque es el Congreso de la República que decide cómo deberá el Ejecutivo gastarse los Q40 mil millones, de antemano un presupuesto deficitario, puesto que la SAT solo prevé recaudar Q30 mil millones.

De tal suerte, la población será la testigo de hasta dónde los polí­ticos están decididos en apoyar el gasto social en salud y educación. Como siempre, las decisiones trascendentales, las toma el Congreso de la República y la más cercana y de gran importancia es el gasto público para el año entrante. Los polí­ticos, como siempre tienen la palabra.

Nosotros creemos que los ofrecimientos de campaña en salud y educación son los mismos. Lo único que diferencia es el estilo de cada uno de los candidatos para emprender las polí­ticas que anticiparon en este espacio para combatir ese flagelo social, que nos ubica como el segundo paí­s de América Latina con el rezago social más grande, sólo atrás de Haití­, un Estado permanentemente intervenido.