El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, minimizó hoy la posibilidad de que las partes retomen el diálogo en Honduras y señaló que la organización no puede «ni considerar» enviar una misión de observación para las elecciones del 29 de noviembre.
«No se ve como muy posible reentablar un diálogo» entre el mandatario derrocado Manuel Zelaya y el régimen de facto, indicó Insulza en una reunión convocada de manera extraordinaria por la OEA ante los obstáculos que ha enfrentado la aplicación del acuerdo para resolver la crisis en Honduras.
Insulza dijo que en las últimas horas habló con Zelaya, quien le manifestó que «no tenía ninguna disposición a volver a conversar con el gobierno de facto», encabezado por Roberto Micheletti. «Dijo que su frustración llegó a un límite y que no estaba dispuesto a hacerle el juego a la dictadura», señaló.
«La observación electoral es una cosa que no podríamos ni siquiera considerar (…). Desde el punto de vista político no existe ninguna condición para enviar una misión electoral a Honduras», subrayó Insulza.
Durante la reunión, la mayoría de los 33 países activos en la organización reiteraron el llamado a la restitución de Zelaya en el poder y la aplicación del acuerdo alcanzado el 30 de octubre, así como reiteraron la imposibilidad de legitimar las elecciones.
Más allá de las declaraciones, no obstante, no hubo ningún anuncio de una acción concreta por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), que suspendió a Honduras tras el golpe, pero que ya anteriormente no pudo ponerse de acuerdo sobre una resolución para no legitimar las elecciones.
La nota discordante en el debate de más de dos horas la puso Estados Unidos. Su representante, Lewis Amselem, insistió en que la OEA no puede prejuzgar los comicios.
«Que este cuerpo descarte los resultados de las elecciones si ellas ocurren en las condiciones en las que deberían ocurrir, va en contra del derecho de los hondureños a la autodeterminación», dijo Amselem.
Amselem afirmó que la restitución de Zelaya no está prevista textualmente en el acuerdo y que tanto él como el gobierno de facto han contribuido a la falta de avances al no ponerse de acuerdo en la constitución del gobierno de unidad.
Micheletti llamó el lunes a la comunidad internacional a apoyar los comicios, que el régimen de facto confía en que pongan fin a la crisis desatada tras el golpe de Estado del 28 de junio que sacó del poder a Zelaya.
Insulza afirmó que la formación de un gobierno de unidad, punto clave del acuerdo junto a la restitución de Zelaya, punto que debe ser aprobado por el Congreso, fracasó luego de que Micheletti pidiera al mandatario derrocado que le enviara candidatos para él organizar ese gabinete.
«Zelaya no mandó los nombres para que Micheletti conformara el gobierno de unidad porque eso (ese mecanismo de conformación del gabinete) no estaba en ninguna parte» del acuerdo, dijo el titular de la OEA.
Asimismo, Insulza dijo que la solicitud de opiniones por parte del Congreso a diferentes entes del país, entre ellos la Corte Suprema, «mostraba interés por demorar» su decisión respecto a la reinstauración en el poder de Zelaya.
Los únicos autorizados a manifestar que fracasó el acuerdo son los miembros de la Comisión de Verificación, que integran el ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Trabajo estadounidense, Hilda Solís, y un representante por cada una de las partes en Honduras, recordó Insulza.
Por ahora no está previsto que regresen a Tegucigalpa Lagos y Solís, agregó Insulza.