Por cuestiones de trabajo he viajado y residido en los Estados Unidos muchas veces y por diferentes períodos de tiempo y aunque ya no viajo por mi edad con los sistemas de comunicación actuales es difícil no estar enterado de lo que sucede en el mundo entero.
Después de esos viajes y estadías, de conocer mucha gente y de enterarse de algunos de los sucesos actuales, formulé una teoría, pero que me la reservaba y únicamente la exponía en un círculo muy pequeño de familiares, siendo la siguiente:
Dentro de los peores enemigos de los Estados Unidos, están aquellos de origen extranjero que residen en dicho país y que no son de un color blanco que se asemeje al anglosajón y que por alguna razón se les dificulta eliminar el acento al hablar el idioma inglés.
Por motivo de que me gusta expresar mis opiniones en los medios de comunicación, tuve un intercambio de correspondencia electrónica con un guatemalteco que reside en dicho país desde 1,960 y para mi sorpresa, su amargura y su odio es tan profundo que creo que me quedé corto con la formulación de esa teoría, pues en cada de sus expresiones pareciera que estaría contento, únicamente si se diera la destrucción de ese sistema.
En algunas oportunidades al final de mis comentarios me gusta formular alguna recomendación, pero el caso a que me refiero es tan serio, que considero muy complicado aventurarse a creer que hay una posible solución, sin embargo talvez una proficiencia en el idioma inglés ayudaría un poco, pues les ayudaría a disimular un poco su origen extranjero.