Ochocientos detenidos


Disturbios. Camiones lanzachorros fueron desplegados en Santiago para disolver la manifestación que terminó en disturbios.

La jornada de protesta convocada ayer en Chile dejó un saldo de 819 detenidos y 22 policí­as heridos tras prolongarse en la madrugada de hoy los disturbios desarrollados en el centro de Santiago por la conmemoración del «Dí­a del Joven Combatiente», según cifras oficiales.


«Durante la jornada de ayer hemos tenido a nivel nacional un número total de 475 detenidos», dijo el subsecretario de Interior, Felipe Harboe.

Pero el número de detenidos se incrementarí­a ya que al caer la noche se iniciaron protestas en barriadas pobres como la Villa Francia, en el oeste de la ciudad, y un sector de la comuna de Renca, en el norte, donde un policí­a resultó herido con perdigones al intentar evitar un saqueo a un supermercado.

En barrios como Lo Hermida, en el oeste, y La Pincoya, en el norte, grupos instalaron barricadas y se enfrentaron a balazos con agentes policiales, según mostraron imágenes de la televisión.

El subsecretario Harboe aseguró que un contingente especial de la policí­a resguardará la ciudad durante toda la noche, para evitar mayores desbordes.

La mayorí­a de los detenidos son menores de edad, dijo la intendenta (gobernadora) de Santiago, Adriana Delpiano.

«El 80 o el 90% de los detenidos son menores de 18 años, y de esos la gran mayorí­a son menores de 16 años», dijo Delpiano.

«Lo más nuevo de la jornada de ayer fue claramente la cantidad de niños y jóvenes» que participaron en las manifestaciones, agregó la intendenta.

Las manifestaciones respondieron a un llamado a protestar que realizaron grupos de izquierda en conmemoración del llamado «Dí­a del joven combatiente», instaurado en recuerdo a los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo, baleados por la policí­a en 1985 durante la dictadura del fallecido general Augusto Pinochet.

El llamado a protestar ocurre cada año, pero esta vez se sumaron usuarios descontentos por el nuevo sistema de trasporte público «Transantiago», implementado en febrero en la capital chilena y que ha generado un fuerte rechazo con manifestaciones en las últimas semanas.

La presidenta chilena Michelle Bachelet ya enfrentó a mediados del año pasado una serie de violentas protestas protagonizadas por cerca de un millar de estudiantes detenidos, que exigí­an gratuidad en el transporte urbano, y que significaron un difí­cil desafí­o para el inicio de su gobierno.

Esta vez las manifestaciones obligaron a cerrar por varias horas las dos calzadas de la céntrica Alameda y una decena de estaciones del ferrocarril metropolitano, y al igual que en las jornadas estudiantiles del año pasado volvieron a registrarse algunos saqueos.

La policí­a se vio obligada a utilizar reiteradamente el carros lanzaagua y disparar gases lacrimógenos, para dispersar a los manifestantes.

Otros enfrentamientos se desarrollaron frente a la Universidad Tecnológica Metropolitana y en el Hospital del Trabajador, en el centro, atacado con piedras y palas, por lo cual un grupo de pacientes debió ser reacomodado.

Entremedio el auto de la jueza de la Corte de Apelaciones de Santiago, Gloria Ana Chevesich, fue atacado por una turba, sin que ella resultara herida.

El plan «Transantiago» modificó todos los trayectos del transporte público y redujo drásticamente la cantidad de autobuses que circulan por la ciudad, provocando a los pasajeros largas esperas y aglomeraciones en los distintos medios de transporte, incluido el metro.

Las incomodidades han irritado a los usuarios, que han protagonizado un centenar de protestas callejeras para oponerse a la implementación del plan.

Como preludio a la jornada de protesta de ayer, la madrugada del miércoles estallaron en distintos puntos de Santiago cuatro bombas de escaso poder, que no causaron ví­ctimas pero sí­ daños materiales.

La situación de emergencia obligó a aplazar para hoy el partido por la Copa Libertadores entre el Colo Colo chileno y el Caracas FC de Venezuela que debí­a jugarse anoche.

Entretanto el juez Carlos Gajardo, quien indaga la muerte de los hermanos Vergara Toledo, dictó acusación contra tres policí­as retirados y uno en servicio activo, a quienes se les responsabiliza del homicidio calificado de los jóvenes, ocurrido el 29 de marzo de 1985.

90

Por ciento

Detenidos que eran menores de 18 años