La OCDE disminuyó de 2,7% a 2,3% sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para 2008, pero conserva su optimismo y estima que la crisis inmobiliaria en Estados Unidos no provocará una recesión en ese país.
En sus anteriores estimaciones difundidas en mayo pasado para sus 30 miembros la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) anticipaba un crecimiento de 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2007, cifra que permanece sin cambios, y ahora además prevé un ritmo de 2,4% para 2009.
«Aunque el crecimiento a corto plazo fue revisado a la baja en casi toda la zona OCDE, el escenario de referencia (…) no es tan desfavorable, teniendo en cuenta los choques recientes», precisó la OCDE en su informe semestral sobre las perspectivas económicas.
La organización, que reúne a los 30 países occidentales económicamente más desarrollados, entre ellos México, prevé igualmente una «corrección acelerada del sector vivienda en Estados Unidos que pesará sobre el crecimiento a corto plazo, pero no provocará una recesión» y sólo tendrá un impacto «moderado» sobre el desempleo.
La OCDE, que hasta mayo pasado preveía un crecimiento del PIB en Estados Unidos de 2,5% para 2008, revisó ahora sus previsiones y sólo espera 2% para el año próximo y un ascenso a 2,2% en 2009. Para este año, en cambio, aumentó ligeramente su pronóstico de 2,1% a 2,2%.
Esas previsiones, reconoce la OCDE, podrían resultar «excesivamente optimistas» si la crisis financiera y el derrumbe del mercado de la vivienda tienen «consecuencias más graves de lo previsto en la esfera real de la economía». Por esa razón rehúsa excluir el «escenario más desfavorable».
Los principales factores de peligro en el contexto actual son una desaceleración más fuerte de lo previsto del consumo doméstico y el surgimiento de dificultades para los organismos financieros capaces de provocar una penuria de crédito.
La OCDE señaló igualmente la importancia que tuvo el control de la inflación en las principales economías industrializadas para limitar las consecuencias de la crisis del sector inmobiliario en Estados Unidos. Eso permitió que «varios bancos centrales pudieran responder con flexibilidad a las turbulencias financieras».
El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) intervinieron en varias oportunidades durante los últimos meses para inyectar liquidez cada vez que aparecieron amenazas de bloqueo en los mercados financieros.
Después de una inflación de 2,3% este año, la OCDE prevé que el índice de precios en su área será de 2,1% en 2008 y 2009. «La convicción de que la inflación seguirá siendo débil (…) es un elemento operacional considerable», reconoce.
Para la zona euro, también se advierte una marcada revisión a la baja con sólo 1,9% para 2008 (contra 2,3% hace sólo seis meses) y mantuvo la previsión de 2,6% para 2007. Para 2009 espera un crecimiento de 2,0%.
En cuanto a España, en particular, el crecimiento será del 2,5% en 2008. Esa cifra marca una sensible disminución en relación a la previsión de 3,6% formulada hace tan sólo seis meses.
La OCDE estima que el crecimiento económico va a verse frenado en 2008 y 2009 debido al retroceso en la construcción de viviendas y pronostica una pérdida velocidad después de años de un gran dinamismo. Así, en 2007, el PIB español avanzará un 3,8%, retrocerá a 2,5% en 2008 y será del 2,4% en 2009.
México, por su parte, registrará un crecimiento de 3% este año, de 3,6% en 2008 y de hasta 4,3% en 2009. Hacía seis meses, la organización había previsto un crecimiento de 3,4% del PIB en 2007 y un 3,7% en 2008 para este país latinoamericano, que deberá hacer más esfuerzos en controlar la inflación.
Brasil, a su vez, crecerá un 4,8% en 2007 y un 4,5% en 2008 y en 2009, gracias a una explosión de las inversiones y el consumo privado, respaldados por una progresión del crédito y los ingresos, según la OCDE.
Hace seis meses, la organización estimó que el crecimiento económico de Brasil, que no forma parte de la entidad, sería del 4,4% en 2007 y del 4,5% en 2008.
México registrará un crecimiento de 3% del Producto Interior Bruto (PIB) este año, de 3,6% en 2008 y de hasta 4,3% en 2009, estimó el jueves la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que alertó al país latinoamericano sobre los riesgos de una inflación demasiado elevada.
Hacía seis meses, la organización había previsto cifras ligeramente superiores para el país: 3,4% del PIB en 2007 y un 3,7% en 2008.
«Después de una ligera desaceleración en 2007, debido a una debilidad en la demanda externa, el crecimiento del PIB se acelerará en 2008 y podría llegar a 4,3% en 2009», estima la OCDE en su informe semestral.
Sin embargo, en 2008, la inflación, afectada por el aumento del precio del petróleo y el encarecimiento de los alimentos, superará el 4%, aunque retrocederá en los meses venideros.
En este contexto, la política monetaria restrictiva del Banco Central mexicano que el pasado octubre subió sus tasas de interés en 0,25%, lo cual las situó en 7,50%, va en la «dirección correcta».
«Esta iniciativa ayudará a prevenir los efectos de contagio y clamará la inflación», estimó la OCDE.
En octubre, la inflación mexicana fue del 3,7%, muy cerca del objetivo fijado por el Banco Central, que marca la barrera en 4%, y a finales del 2009 sera del 3,25%, según la entidad.
Por otra parte, la organización considera que la aprobación de una reforma presupuestaria en el país el pasado septiembre significará ingresos suplementarios, «reducirá la dependencia presupuestaria de los ingresos petroleros inciertos y ayudará a financiar el gasto público, elevado en ámbitos clave como la infraestructura, salud y educación».
En este contexto, el presupuesto de 2007 respetará en general los objetivos fijados, aunque los ingresos no procedentes del petróleo fueron ligeramente inferiores a lo previsto.
La OCDE se felicita además por las cifras de consumo interno, que se mantuvo elevado en 2007. No obstante, debido al saldo negativo del comercio exterior y a la disminución de las exportaciones, el déficit de la balanza corriente aumentó y podría llegar a 1% del PIB en 2007 y será de 2,25% en 2009, un nivel que será financiado por las inversiones extranjeras directas, atraídas por una mejora de las perspectivas económicas en México.
Para 2008, el presupuesto prevé que las recientes medidas fiscales, que incluyen un aumento de los impuestos, aumenten los ingresos en un 1,2% del PIB. Paralelamente, los beneficios vinculados al petróleo representarán un menor porcentaje del PIB debido a las modificaciones del régimen fiscal de la compañía petrolera PEMEX y de las restricciones en la producción que harán en que al final, haya un reequilibrio de los ingresos totales.
Según la OCDE, los principales riesgos de México para los meses venideros están relacionados con el exterior, sobre todo con una desaceleración de la economía estadounidense y con las dudas sobre el comportamiento de las exportaciones mexicanas, una vez que los mercados extranjeros se reactiven.
México es el único país latinoamericano miembro de la OCDE, organización que agrupa en total a 30 naciones democráticas y desarrolladas. Desde 2006, el nuevo secretario general de la OCDE es el ex ministro y economista mexicano Angel Gurría.