Sí, la montaña que está frente a mí es muy alta y de ascenso peligroso; pero, con la firmeza propia de los hombres de éxito, la escalaré y la convertiré en otra victoria más.
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Sí, el océano que se extiende más allá de mi horizonte es agitado y desconocido; sin embargo, con fe y voluntad de gigante, lo cruzaré y me cubriré de gloria.
Sí, la selva que corta mis pasos es espesa e inexplorada; pese a ello, con valentía y la perseverancia de los mejores conquistadores, me esforzaré por someterla a mi dominio.
Sí, la adversidad que me atormenta es muy difícil de vencer, y su amargura es mucha; no obstante, con el vigor y el entusiasmo de los campeones, la derrotaré en el primer asalto.
Sí, los retos son grandes, pero mis triunfos serán mayores.