Al hombre le fueron dadas dos manos llenas de habilidad para que venciera a la naturaleza, la trabajara y la explotara en su beneficio.
Al hombre le fue dado un par de ojos para que los llenara del color, la alegría y la belleza de la Creación.
Al hombre le fue dada una boca para que disfrutara plenamente del sabor de las cosas, para que hablara y para que riera.
Al hombre le fueron dados los sentidos, una mente y un corazón para que apreciara y fuera feliz con todo lo creado.
Y también le fue dada la mujer, como un complemento ideal a su soledad, y para que fuera motivo supremo de su ternura varonil…
Y ese fue el mejor regalo de Dios a sus hijos.