La detención de Kabuye podría obligar a Ruanda y Francia a hablar de frente.
La detención en Alemania y la extradición hoy a Francia de la jefa del protocolo presidencial de Ruanda, Rose Kabuye, podría obligar a París y Kigali a enfrentar de una vez por todas sus tensiones surgidas con el genocidio de 1994, que culminaron con la ruptura de relaciones diplomáticas.
Kabuye, detenida el 9 de noviembre en Alemania, era objeto de nueve mandatos de detención emitidos en noviembre de 2006 por el juez francés Jean-Louis Bruguií¨re contra allegados al presidente ruandés Paul Kagame.
La jefa del protocolo presidencial de Ruanda llegó hoy a París, procedente de Fráncfort y fue trasladada al palacio de justicia.
En el palacio de justicia de la capital francesa, Kabuye debía ser interrogada por el juez de instrucción antiterrorista Marc Trevidic, que investiga sobre el atentado contra el avión del ex presidente ruandés Juvenal Habyarimana, en abril de 1994.
La mujer, junto a otros ocho ruandeses es sospechosa de haber participado en el atentado contra el avión del presidente Habyarimana, hecho que desencadenó el genocidio que, según la ONU, provocó 800 mil muertos principalmente de la minoría tutsi.
Hasta ahora, el presidente Kagame exigía de las autoridades francesas que suspendiera esos mandatos de detención, particularmente mal recibidos por un gobierno que acusa a París de haber sido cómplice del genocidio.
Las autoridades francesas creen que detrás de la detención de Kabuye, se puede esconder un cambio de estrategia por parte de Ruanda.
«Los ruandeses decidieron claramente de entrar en la lógica de acceder al expediente, lo que trataban de hacer desde hace tiempo», afirmó una fuente allegada al ejecutivo francés.
El propio Kagame reconoció que la jefa del protocolo ruandés había viajado a Alemania a sabiendas de los riesgos que corría. «Consideramos que era mejor presentar una apelación contra el procedimiento en lugar de dejar a Rose Kabuye en su casa», explicó.
«Esperamos el término de ese proceso. Queremos cortar por lo sano», declaró más tarde.
Según la opinión de diplomáticos franceses, los mandatos de detención son el principal obstáculo para una normalización de las relaciones entre París y Kigali que desea el presidente Nicolas Sarkozy.
Sarkozy reconoció «debilidades o errores» de Francia en Ruanda y por primera vez desde 2004, un ministro francés, en este caso el canciller Bernard Kouchner, viajó a Kigali.
No obstante, el mismo Kouchner dio cuenta en septiembre de un «bloqueo», luego de un segundo encuentro entre Sarkozy y Kagame en Nueva York.
Mientras tanto, Kigali alzó el tono, con la publicación de un informe cuya conclusión es la «participación» de Francia en el genocidio, acompañado de la amenaza de mandatos de detención contra responsables franceses.
En tales circunstancia queda entonces por saber si el proceso judicial que se anuncia va a favorecer o no el acercamiento entre París y Kigali.
Partiendo del hecho de que la justicia es independiente (…) «nos corresponderá afrontar sus eventuales consecuencias diplomáticas si las cosas de ponen delicadas», indicó una fuente cercana al ejecutivo francés.
En tales condiciones la suerte que determine la justicia para Rose Kabuye, sobreseída o condenada, será determinante.