Obispos cuestionan polí­ticas económicas


Un grupo de deportados guatemaltecos en su retorno al paí­s. Los obispos centroamericanos criticaron varios puntos de las polí­ticas económicas, entre ellas la falta de acción ante las deportaciones. Carlos Duarte La Hora.

Los obispos católicos de América Central cuestionaron ayer las polí­ticas económicas en la región, que no siempre garantizan «el desarrollo integral y sostenible», a la vez que demandaron a los Estados «profundizar» la democracia y criticaron el trato «indigno» a migrantes en Estados Unidos y México.


«No hay duda de que nuestra región centroamericana, por la dinámica de la globalización y por las deficiencias estructurales propias, está inmersa en procesos económicos que no siempre garantizan un desarrollo integral y sostenible», dijo en un comunicado el Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC).

El SEDAC celebró la última semana su asamblea ordinaria anual en un centro de retiros salesiano en Ayagualo, unos 20 km al suroeste de San Salvador, en el central departamento de La Libertad.

Los obispos fustigaron los proyectos de explotación minera, de construcción de hidroeléctricas y de agroindustrias, tras indicar que «se hacen, muchas veces, al margen de los intereses reales de las comunidades afectadas, sin las debidas compensaciones y sin el menor respeto por el equilibrio ecológico».

«No podemos perder de vista que la verdadera ecologí­a, es la que tiene en su centro el respeto y el interés por la persona humana, al servicio de la cual Dios creó las demás cosas», enfatizó el episcopado centroamericano.

En un comunicado titulado «La alegrí­a de ser discí­pulos misioneros de Jesucristo», los obispos censuraron también las deportaciones masivas de centroamericanos en Estados Unidos y México.

«Acompañamos el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas que han sido deportados desde los Estados Unidos y México, tratados de modo indigno a su condición de personas», subrayaron.

El SEDAC dijo «agradecer» y respaldar «la actitud solidaria de nuestros hermanos, los obispos de los Estados Unidos, para lograr una reforma migratoria con rostro humano».

Sin hacer alusión directa a las polémicas elecciones municipales celebradas en noviembre en Nicaragua, los obispos abogaron por «profundizar» la democracia.

«Se hace necesario profundizar los procesos democráticos, no sólo en la emisión y el recuento de los votos, que es necesario, sino también en el manejo de las campañas, en la elaboración de los programas de gobierno y, además, en la rendición de cuentas de la gestión pública», enfatizaron.

Insistieron en que «aspirar al poder polí­tico es legí­timo, pero sólo si está acompañado de una voluntad de servicio al bien común y de una búsqueda de soluciones efectivas a los problemas que aquejan a la población, especialmente a los más pobres y marginados».

Los obispos también advirtieron «un creciente deterioro» de la familia «estimulado» por mensajes y «actitudes negativas» que se proponen a los niños y jóvenes desde los más variados programas de los «espacios de comunicación», entre los que mencionaron: la música, el cine, la televisión y la prensa escrita.

Durante el encuentro eclesiástico fueron elegidos como presidente y secretario del SEDAC para el próximo cuatrienio, el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, y Jorge Solórzano, obispo de Matagalpa, Nicaragua, respectivamente.