Obispo que negó Holocausto debe dejar el paí­s so pena de ser expulsado


El Gobierno dio ayer un plazo de diez dí­as a Richard Williamson, obispo católico integrista británico, para que se marche de Argentina, bajo amenaza de ser expulsado, por haber agredido a la sociedad, el pueblo judí­o y a la humanidad al negar el Holocausto.


«El ministro del Interior, Florencio Randazzo, anunció hoy que la Dirección Nacional de Migraciones conmina a Richard Wiliamson a hacer abandono del paí­s en el plazo perentorio de 10 dí­as bajo apercibimiento de tener decretada su expulsión», dijo el Gobierno en una declaración.

Guillermo Oliveri, secretario de Culto del Gabinete de Cristina Kirchner, precisó que «la decisión del Gobierno es que no resida más en el paí­s».

«Sí­, es una suspensión de la residencia y se lo invita a irse del paí­s. Tiene diez dí­as. Puede presentar un recurso (administrativo). Pero este señor desnaturalizó su ingreso al paí­s en 2003, porque fue como administrativo, pero ejerce una función religiosa».

Williamson habí­a declarado a la televisión sueca su convencimiento de que «no hubo cámaras de gas (…). Creo que 200 mil a 300 mil judí­os murieron en los campos de concentración pero ninguno en las cámaras de gas».

Durante el régimen nazi fueron asesinados en campos de exterminio 6 millones de judí­os, así­ como cientos de miles de gitanos, homosexuales, discapacitados y comunistas.

El obispo, de 68 años, quien reside en un Seminario de la Fraternidad integrista San Pí­o X, a 40 Km al oeste de Buenos Aires, habí­a sido denunciado ante la Justicia por apologí­a del crimen y recibido una intimación del Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI).

La medida gubernamental fue elogiada vivamente ayer por las organizaciones de la comunidad judí­a argentina, de unos 300 mil miembros, una de las más grandes de la Diáspora.

Frente al escándalo por la negación de la Shoa (Holocausto) que expresó Williamson, la Fraternidad tomó distancia, al afirmar recientemente que el obispo dejó de dirigir el Seminario de La Reja, al oeste de Buenos Aires.

El religioso habí­a sido excomulgado por desafiar la autoridad del Vaticano, pero el Papa Benedicto XVI anuló aquella decisión el pasado 24 de enero, en beneficio también de otros tres obispos integristas.

La medida papal provocó indignación en numerosos paí­ses y puso en peligro las buenas relaciones con el judaí­smo, además de llevar la canciller alemana, Angela Merkel, a pedir explicaciones al Vaticano.

Dí­as después de aquellas protestas, Williamson fue apartado de su cargo de director del Seminario.

El comunicado del Gobierno señala que los dichos del obispo «agreden profundamente a la sociedad argentina, al pueblo judí­o y a la humanidad toda, pretendiendo negar una comprobada verdad histórica».

«El obispo -dijo el Gobierno- ha fraguado reiteradamente el verdadero motivo de su permanencia en el paí­s ya que declara ser un empleado admninistrativo de la Asociación Civil «La Tradición», cuando en realidad su verdadera actividad era la de Sacerdote y Director del Seminario de la Fraternidad San Pio X».

El Vaticano afirmó que el Papa ignoraba las declaraciones del obispo británico sobre el Holocausto cuando levantó la excomunión, pero en una entrevista publicada en Alemania, Williamson se negó a retractarse con el argumento de que debí­a estudiar las pruebas históricas.