Las mujeres obesas durante su embarazo tienen mayor riesgo de dar a luz niños con defectos cardíacos congénitos, advirtió un estudio estadounidense.
El estudio de los Institutos Nacionales de la Salud (INS) muestra que la obesidad de la madre aumenta en promedio un 15% el riesgo de tener un bebé portador de un defecto en el corazón. Cuanto mayor es la obesidad de la madre, más aumenta el riesgo de que ello suceda.
Las mujeres «moderadamente» obesas tienen un 11% de riesgo suplementario de dar a luz un bebé con una malformación cardíaca, mientras que las pacientes con «obesidad mórbida» o extrema presentan un 33% de riesgo suplementario.
La obesidad se define por un índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 kg/m2 y de 35 kg/m2 para la obesidad extrema. El IMC se calcula dividiendo el peso de una persona por el cuadrado de su altura.
Los defectos congénitos cardíacos son la causa más común de los defectos verificados en el nacimiento, afectando a ocho recién nacidos sobre 1.000.
«La tendencia no deja lugar a ninguna confusión: cuánto más obesa es la mujer, hay más posibilidades que ella tenga un bebé con un defecto cardíaco», afirmó el autor principal de este estudio, el doctor Jamills, del INS.
El estudio aportó datos sobre madres de 7.392 bebés nacidos con un defecto cardíaco, comparados con los de 56.000 cuyos niños no presentaron fallas congénitas, y fue publicado en la edición en línea del American Journal of Clinical Nutrition.
Las mujeres con sobrepeso sin llegar a ser obesas no presentan estos riesgos. «Si una mujer es obesa, es importante que intente perder peso antes de quedar encinta», concluyó el autor de este estudio.