El presidente estadounidense Barack Obama dijo hoy que la quema del Corán que planea una iglesia evangélica de Florida causará disturbios en los países musulmanes y ánimo de venganza contra Europa y Estados Unidos.
Obama dijo en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense ABC que la quema es «destructiva» y puede traducirse en una «bonanza de reclutamiento» para organizaciones islámicas radicales.
«Pueden producirse graves actos de violencia en sitios como Pakistán o Afganistán», explicó. «Esto es una bonanza de reclutamiento para Al-Qaida».
Además, podría «aumentar el reclutamiento de individuos que deseen volarse en ciudades estadounidenses, o ciudades europeas».
Las condenas cayeron en cascada, desde la de Obama a la de países como India e Indonesia, el de mayor población musulmana en el mundo, pasando por la del Vaticano.
Pero la Iglesia evangelista «Dove World Outreach Center» (Centro Paloma para ayudar al Mundo), una pequeña congregación, se mantiene firme en sus posición. Su pastor Terry Jones dijo el miércoles que no retrocedería: «no tenemos ninguna intención de anular».
La quema de 200 ejemplares del Corán está prevista el sábado, en el noveno aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en los que murieron 2.752 personas.
«Es tiempo de que nosotros nos mantengamos de pie para combatir el terrorismo», agregó este pastor canoso, autor del libro «El Islam es diabólico».
Pese a todo Jones recibió el miércoles a un imán de Florida. De acuerdo al diario Gainesville Sun, el imán Muhamad Musri dialogó durante 40 minutos con el pastor y le pidió que no siguiera con su idea: «el mundo admirará su coraje si usted dice «debido a mi devoción hacia Cristo y la Biblia, voy hacer algo que es correcto hacer»», abandonar el plan.
Los ejemplares del Corán se quemarán el sábado hacia las 18H00 locales (22H00 GMT) en Gainesville.
La municipalidad de Gainesville evaluó cómo responder. Un portavoz, Bob Woods, señaló a la AFP que al quemar el Corán los responsables de la comunidad religiosa violarían el artículo municipal 10-63 que prohíbe los fuegos al aire libre y arriesgarían una multa de 250 dólares.
También podrían ser detenidos, aunque «dependerá de lo que ocurra tras la intervención de los bomberos y de la policía de Gainesville para apagar el fuego».
El auto de fe previsto no puede ser prohibido en sí, ya que la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza la libertad de expresión.
La iniciativa del pequeño grupo, integrado por una cincuentena de miembros, tiene lugar en un momento delicado.
El 10 de septiembre los musulmanes celebran el fin del mes sagrado del Ramadán y las autoridades estadounidenses temen un aumento del sentimiento antimusulmán debido a la polémica sobre la construcción de un centro islámico cerca de la llamada «zona cero» de los atentados en Nueva York.
Es más, diversos sondeos han revelado que cada vez más estadounidenses están convencidos de que el presidente Obama es un musulmán encubierto tras expresar su apoyo a la construcción de dicho centro.
«Asistimos a una poderosa ola de retórica antimusulmana en nuestra sociedad, que condujo a un gran número de incidentes racistas contra mezquitas y musulmanes en todo el país», explicó Ibrahim Hooper, del Consejo sobre las relaciones musulmano-estadounidenses.
Fundado en 1986 en Gainesville, el «Dove World Outreach Center» sigue una línea integrista, denunciando el aborto y la homosexualidad y acusando el Islam de querer dominar el mundo.
Este jueves, el presidente de Indonesia Bambang Yudhoyono pidió a Obama impedir la iniciativa.
India pidió a las autoridades estadounidenses que tomen «fuertes medidas» y a los medios de comunicación indios que no difundan imágenes del acontecimiento.
El miércoles Washington expresó su preocupación por la vida de sus soldados en Afganistán y se sumó así a anteriores condenas del Vaticano, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon e Irán.
El «Dove World Outreach Center» (Centro Paloma para ayudar al mundo), que prevé quemar 200 ejemplares del Corán el sábado en Gainesville, Florida (sureste), es un pequeño grupo integrista cristiano compuesto por unos 50 miembros.
La organización se presenta en su sitio de internet (http://www.doveworld.org/) «como una Iglesia del Nuevo Testamento, basada en la Biblia, la Palabra de Dios».
El sitio explica que la comunidad fue fundada en 1986 por un cierto pastor Don en el salón de su casa en Gainesville, una ciudad del norte de Florida aproximadamente de 115.000 habitantes.
Las primeras reuniones de los miembros de la comunidad se celebraron en la casa del pastor y luego en el hotel Holiday Inn y en un teatro de los alrededores, relata el sitio. Los miembros fundadores reunieron luego la suma de 150.000 dólares para comprar el terreno en el cual fue edificado el templo a fines de los años 1980.
El pastor Don dirigió la comunidad hasta su muerte en 1996. Le sucedió el pastor Terry Jones, quien lidera el plan para quemar el Corán.
Jones había fundado en Alemania «la Comunidad cristiana de Colonia» en los años 1980, y dirigió ambas comunidades hasta 2008, fecha a la cual se apartó del movimiento alemán debido a «desacuerdos».
Bajo la dirección de este hombre canoso, el movimiento se mantuvo en su línea integrista, denunciando tanto el aborto como la homosexualidad y acusando al Islam de querer dominar el mundo.
El grupo predica en su página de internet que «los cristianos deben volver a la verdad y dejar de esconderse. Debemos elevarnos contra el pecado y llamar a la gente al arrepentimiento. El aborto es un homicidio. La homosexualidad es un pecado. Debemos llamar estas cosas lo que son y anunciar en el mundo el verdadero mensaje: Jesús es la vía, la verdad y la vida».
«Toda religión que recomiende algo diferente a esta verdad es diabólica. Es por eso que nos elevamos contra el Islam, que afirma que Jesús no es el hijo de Dios, denegándole el papel de salvador y llevando a la gente derecho al infierno», agrega.
En el sitio se promueve un libro firmado por el pastor Jones titulado «El Islam es diabólico», en venta a 12,99 dólares.
El grupo vende también camisetas, tazas y gorras, adornadas con el eslógan «El Islam es diabólico».