Obama promueve aumento a salario


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Para impulsar su agenda económica en un año electoral, el presidente Barack Obama acudió a Michigan ayer con el fin de elogiar el esfuerzo estatal en pro de elevar el salario mínimo, y para acusar a los republicanos que se oponen a esa medida en el estado y a nivel nacional de interponerse en la prosperidad de millones de estadounidenses.

Por NEDRA PICKLER, ANN ARBOR, Agencia AP

Un Obama optimista usó un tono distintivamente partidista en la Universidad de Michigan, un día después de que su gobierno recibió la buena noticia de que su ley de servicios de salud superó las expectativas para su primer año de inscripción.

Ante una multitud de unas mil 400 personas reunidas en un estadio que incluyó a muchos estudiantes, Obama hizo bromas sobre sus adversarios republicanos al pregonar su plan para elevar el salario mínimo federal a 10,10 dólares la hora.

«Tienen una opción. Pueden darle a Estados Unidos un azote o pueden darle un aumento», afirmó el mandatario.

Al lado de Obama para su visita de tres horas estaba el representante Gary Peters, un candidato al Senado que aprovechó la oportunidad de aparecer con el presidente ante los votantes este año. Algunos demócratas han optado por no ser vistos al lado de Obama debido a la controversia por su plan de salud, pero Peters decidió hacerlo mientras el presidente repetía su mensaje del Estado de la Unión acerca de que ningún estadounidense que trabaje tiempo completo debe vivir en la pobreza.

«Sacaría a millones de personas de la pobreza al instante», dijo el presidente sobre su propuesta.

Michigan también lanzó una propuesta que será sometida a votación en noviembre para incrementar el salario mínimo estatal de 7,40 a 10,10 dólares por hora, una iniciativa que las encuestas dicen resulta popular entre los electores que han sido afectados por la recesión económica en los últimos años.

A nivel nacional, Obama quiere incrementar el salario mínimo de 7,25 a 10,10 dólares por hora como parte de una agenda económica enfocada en las familias de clase trabajadora. La Casa Blanca dice que ello beneficiaría a más de 970.000 trabajadores en Michigan.