El presidente Barack Obama acogió hoy la búsqueda del nuevo gobierno iraní de una «trayectoria más moderada», al afirmar que debería ofrecer la base para un gran avance en el estancado diálogo sobre el tema nuclear de Irán con Naciones Unidas y Estados Unidos.
El mandatario estadounidense señaló la voluntad de establecer un contacto directo con los líderes de Irán, y asignó su secretario de Estado John Kerry la tarea de buscar esos caminos diplomáticos con Teherán.
«Los obstáculos pueden llegar a ser muy grandes, pero creo firmemente que la vía diplomática debe ser probada», dijo Obama durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Obama emitió un severo mensaje al propio organismo internacional al decir que su capacidad para cumplir con el reto de los tiempos está siendo desafiada por la disputa sobre qué hacer sobre las armas químicas de Siria.
Hizo un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar una resolución que provoque consecuencias sobre el presidente sirio Bashar Assad si no cumple un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia para entregar su arsenal químico a la comunidad internacional.
El presidente también se refirió a las críticas a su errática estrategia para responder a un ataque con armas químicas en agosto en Siria. Washington parecía estar al borde de un ataque militar antes de que Obama abruptamente decidiera buscar la aprobación del Congreso, y luego se unió a los rusos en la búsqueda de una solución diplomática.
«La situación en Siria refleja una contradicción que se ha mantenido en la región desde hace décadas: A Estados Unidos lo castigan por entrometerse en la región y lo acusan de tener una mano en todo tipo de conspiración», dijo. «Al mismo tiempo, culpan a Estados Unidos de no hacer lo suficiente para resolver los problemas de la región y de mostrar indiferencia hacia el sufrimiento de las poblaciones musulmanas».
Obama anunció que Estados Unidos proporcionará 339 millones de dólares en ayuda humanitaria adicional para los refugiados y países afectados por la guerra civil en Siria, con lo que el total de la ayuda estadounidense dedicada a la crisis alcanza cerca de 1.400 millones de dólares.
Durante la apertura de las reuniones de la Asamblea General, la situación en Siria se vio eclipsada por un aluvión de gestos amistosos entre Washington y el nuevo gobierno en Teherán. Obama dijo que las recientes declaraciones del presidente iraní, Hasan Ruhani, un clérigo moderado elegido en junio, deben ofrecer las bases para un acuerdo significativo sobre el polémico programa nuclear de Irán.
Al hablar sobre la situación de rehenes que se vive en un centro comercial de la capital de Kenia, Obama dijo ante la Asamblea General que aunque desde hace cinco años el mundo es un lugar más estable, el atentado en Nairobi «indica los peligros que aún existen».
Más de 60 personas han sido asesinadas por miembros del grupo terrorista somalí al-Shabab en Nairobi. Los agresores dicen que el ataque es un acto de venganza por la incursión de las fuerzas armadas kenianas a Somalia, país vecino.
Obama dijo que la red al-Qaida se ha fragmentado en redes y milicias regionales y que esto representa «una grave amenaza para los gobiernos, diplomáticos, empresarios y civiles en todo el mundo».