Obama no ve la hora de que termine 2010


Barack Obama, presidente de Estados Unidos, camina rumbo a la Casa Blanca, en Washington. FOTO LA HORA: AP

El año que se acaba empezó mal para Barack Obama, y no mejoró.


El dí­a de Año Nuevo Obama estaba de vacaciones con su familia en Hawai, tratando de determinar qué errores habí­an permitido que un aspirante a terrorista abordase un vuelo navideño con explosivos ocultos en su ropa interior.

Las cosas empeoraron cuando regresó a Washington entre un par de intensas tormentas invernales.

Desde el inicio, 2010 trajo al Presidente una ola de contratiempos que resultó en una paliza en los comicios de noviembre, como el mismo calificó el resultado.

No importa que la recesión llegara, oficialmente, a su fin. Que se implementaron radicales cambios en el sistema de Salud. Que las operaciones de combate en Irak concluyeran. Que General Motors estaba volviendo a ganar dinero y contratando personal. Ni que los bancos pagaron casi todos los miles de millones que les prestó el gobierno.

La recuperación económica era demasiado lenta. El crudo en el Golfo de México se derramó durante demasiado tiempo. La Ley de Reforma de Salud resultó demasiado complicada. La tasa de desempleo fue demasiado alta. El discurso polí­tico demasiado crudo. El tea party armó demasiado ruido.

Los estadounidenses estaban de mal humor, y los demócratas cargaron con la culpa.

ENERO:

La tasa de desempleo: 9,7%. La aprobación del presidente de acuerdo con un sondeo de AP-GfK: 56%. Aprobación del Congreso: 42%.

La elección el 19 de enero para cubrir el escaño dejado en el Senado por el fallecimiento del amigo y aliado de Obama, Ted Kennedy, causó un discordante resultado. La victoria del republicano Scott Brown, nada menos que en liberal Massachusetts, privó a los demócratas del 60mo voto necesario para superar tácticas dilatorias republicanas en la aprobación de leyes.

Las consecuencias se sintieron en todo, dificultando aún más un ya intenso debate sobre la reforma de salud, reduciendo las esperanzas de una ley sobre cambio climático y exponiendo el descontento de los votantes con el desempleo, los rescates de Wall Street, los elevados déficits federales y la manera de hacer las cosas en Washington.

FEBRERO

Tasa de desempleo: 9,7%.

El bipartidismo afloró brevemente en Washington. A inicios del mes, Obama invitó a los lí­deres republicanos a la Casa Blanca por primera vez en dos meses. Pero la reunión simplemente dejó más claro que Washington estaba paralizado.

«Bipartidista no puede significar simplemente que los demócratas abandonen todo aquello en lo que creen, encuentren el puñado de cosas que los republicanos han estado defendiendo y entonces hacemos esas cosas», dijo Obama.

Los lí­deres republicanos en la cámara baja John Boehner y Eric Cantor le dijeron a Obama en una carta: «Bipartidismo no es escribir propuestas propias tras puertas cerradas y entonces darlas a conocer y demandar el apoyo republicano».

MARZO

Desempleo: 9,7%. Tasa de aprobación presidencial: 53%. Aprobación del Congreso: 22%.

Fue un mes de apasionados y amargos debates en el Congreso, furiosas protestas del tea party en las calles, gritos ofensivos contra legisladores, y a veces por legisladores.

Y colocó a Obama en la historia como el presidente que logró lo que no pudieron hacer Teddy Roosevelt, Franklin Roosevelt, Harry Truman y Bill Clinton: una ví­a hacia una atención a la salud casi universal. Bajo la ley de reforma de salud, odiadas prácticas de las compañí­as de seguro quedaban prohibidas y los estadounidenses finalmente recibirí­an la ayuda necesaria para poder costearse un seguro de salud.

Obama elogió la ley como una muestra de lo que se podí­a hacer cuando se colabora.

Pero Boehner y la mayorí­a de los republicanos prometieron trabajar para repeler la ley.

ABRIL:

Desempleo: 9,9%. Aprobación presidencial: 49%. Aprobación del Congreso: 28%.

En lo que pareció al inicio otro trágico accidente, el 20 de abril, una explosión sacudió la plataforma petrolera Deepwater Horizon, matando a 11 trabajadores e hiriendo a 17 mientras la enorme estructura se hundí­a en el Golfo de México.

Cuatro dí­as más tarde, se detectó que el crudo se estaba derramando a borbotones casi kilómetro y medio bajo la superficie.

MAYO

Desempleo: 9,7%. Aprobación presidencial: 49%. Aprobación del Congreso: 28%.

El derrame de crudo era enorme y seguí­a creciendo. Imágenes de video en vivo desde el fondo oceánico recordaban al público que el gobierno y la industria no podí­an contener el desastre que ocurrí­a a la vista de todos.

En Utah, el movimiento del tea party desbancó al senador republicano Bob Bennett en una convención estatal, mostrando su fuerza polí­tica. Los activistas conservadores se anotaron una serie de éxitos similares en primarias republicanas desde Alaska hasta Florida.

GM, rescatada por el gobierno, reportó su primer trimestre de ganancias desde 2007.

En el exterior, una bomba de camino elevó a mil el número de muertes estadounidenses en Afganistán, la guerra que Obama decidió pelear con mayor fuerza al tiempo que retiraba tropas de combate de Irak.

JUNIO

Desempleo: 9.5%. Aprobación presidencial: 50%. Aprobación del Congreso: 24%.

Un sondeo de AP-GfK durante la crisis encontró que los estadounidenses se habí­an vuelto tan insatisfechos con el trabajo de Obama en el caso del derrame en el Golfo como lo habí­an estado con su predecesor George W. Bush tras el paso del huracán Katrina.

En un extraordinario caso de indiscreción, el comandante de la guerra en Afganistán y sus asesores criticaron a altos funcionarios del gobierno en una entrevista con la revista Rolling Stone. Obama rápidamente despidió al general Stanley McChrystal y convocó al lí­der de su comando central, general David Petraeus, para que dejase ese puesto y tomase las tiendas el conflicto. El episodio reveló las continuas frustraciones por lo que algunos oficiales en el campo de batalla consideran el control excesivo de los detalles de la guerra por Washington.

JULIO

Desempleo: 9.5%.

Aunque el crecimiento económico mejoró respecto al año previo, el desempleo seguí­a peligrosamente cercano al 10%.

La complicada ley de reforma de salud podrí­a tener un alcanza tan grande como la Seguridad Social en los años 30 y el programa de salud para ancianos en los 70. Pero es diferente. La gente no va a recibir cheques del gobierno en el buzón. Las ganancias prometidas son vistas en muchas etapas a través de años.

AGOSTO

Desempleo: 9,6%. Aprobación presidencial: 49%. Aprobación del Congreso: 24%.

El derrame finalmente fue contenido y los Obama se tomaron unas vacaciones de tono simbólico en el Golfo de México para mostrar al mundo que las playas eran seguras, limpias y estaban abiertas de nuevo.

El mes produjo una pequeña victoria para Obama, con la ratificación de Elena Kagan para la Corte Suprema, y un hito, al salir de Irak las últimas fuerzas de combate, lo que dejó 50 mil soldados para tratar de ayuda a las fuerzas iraquí­es a mantener la seguridad.

GM, receptor de un rescate de casi 50. millardos de dólares, reportó otro trimestre de ganancias y comenzó el proceso de reducción de propiedad del gobierno. El fabricante de autos mantuvo el buen paso y recaudó 13. millardos de dólares para los contribuyentes en su primera oferta pública de acciones.

GM, al igual que Chrysler, ha estado contratando a miles de trabajadores.

SEPTIEMBRE

Desempleo: 9,6%. Aprobación presidencial: 49%. Aprobación del Congreso: 26%.

Las campañas republicanas de nominación para el Congreso dieron voz y voto al descontento del electorado. El movimiento del tea party colocó a varios de sus candidatos, desplazando a establecidos legisladores.

OCTUBRE

Desempleo: 9,6%. Aprobación presidencial: 49%. Aprobación del Congreso: 23%.

Hizo campaña mayormente en áreas liberales, pues su impopularidad en otras zonas impulsó a que varios demócratas tomasen distancia del presidente.

NOVIEMBRE

Desempleo: 9,8%. Aprobación presidencial: 47%. Aprobación del Congreso: 26%.

El dí­a después de las elecciones, Obama se mostró reflexivo. Los republicanos ganaron la cámara baja, redujeron la ventaja demócrata en el Senado y conquistaron gobernaciones. El tea party vio a algunos de sus candidatos ganar fácilmente, mientras que otros perdieron claramente, en una muestra tanto del potencial como de los lí­mites del movimiento.

DICIEMBRE

El año llegó a su fin con el gobierno a la defensiva por las revelaciones de documentos y cables secretos por WikiLeaks.

Asomó un brote de bipartidismo con las discusiones sobre los recortes de impuesto y los pagos de seguro de desempleo.

Aunque Obama parece estar prevaleciendo sobre las amenazas de los republicanos de anular la reforma de salud %u2014 carecen de los votos necesarios %u2014, el presidente ha tenido que lidiar con ellos en un frente más amplio. Obama hizo concesiones en los impuestos, aceptando extender las reducciones para los ricos junto con las de la clase media antes de que expirasen.

Obama comparó a los republicanos con secuestradores.

Pero la realidad ha cambiado. Y tuvo que ceder.