Obama invita a republicanos a reunirse para evitar peleas


Barack Obama (al centro a la derecha), presidente de Estados Unidos, se reunió hoy con su Gabinete en la Casa Blanca, dos dí­as después de la derrota en las urnas de los demócratas, que lo deja con un margen más estrecho de acción. FOTO LA HORA: AFP Saul LOEB

El presidente estadounidense Barack Obama invitó a los principales dirigentes del Partido Republicano a reunirse con él en la Casa Blanca a mediados de noviembre, afirmando que no quiere pasar «dos años únicamente peleando» con los vencedores de las legislativas del martes.


«No podemos permitirnos pasar dos años únicamente peleando», dijo Obama, luego de que los republicanos derrotaran a los demócratas en las elecciones del martes para retomar el control de la Cámara de Representantes.

«Está claro que los votantes enviaron un mensaje: quieren que nos centremos en la economí­a y el empleo y en hacer avanzar este paí­s», declaró Obama a la prensa.

«Ellos quieren cambiar el tono aquí­ en Washington, donde los dos partidos van a acercarse y centrarse en las cosas de la gente en vez de sumar puntos polí­ticos», agregó.

El Partido Demócrata mantuvo una ligera mayorí­a en el Senado. Así­ se presenta el panorama de cara a las próximas elecciones en Estados Unidos previstas para noviembre de 2012, cuando también se votará por un nuevo presidente.

«Lo que será crí­ticamente importante para los próximos meses es la creación de una mejor relación de trabajo entre la Casa Blanca y la dirección legislativa», dijo Obama.

«Necesitamos asegurarnos de que todos estemos trabajando juntos, tanto demócratas como republicanos», agregó al señalar que invitó a los dirigentes republicanos a la Casa Blanca para el 18 de noviembre.

«Esta va a ser una reunión en la cual quiero que hablemos sustancialmente sobre cómo podemos hacer avanzar la agenda del pueblo norteamericano. No va a ser sólo una sesión fotográfica», precisó Obama.

Pero los republicanos parecen poco dispuestos a ceder.

El jefe de la minorí­a republicana en el Senado, Mitch McConnel, indicó recientemente que el objetivo de los republicanos debí­a ser el de impedirle a Obama obtener un segundo mandato en 2012.

Su partido «puede y debe proponer una abrogación pura y simple de la ley de salud», subrayó en un discurso el jueves.

El presidente se opone a la derogación pero dijo estar listo para hacer modificaciones.

«La Casa Blanca tiene una opción: cambiar de trayectoria o persistir en una visión del Estado que los estadounidenses rechazaron», dijo McConnel.

Por su lado, John Boehner, jefe de la minorí­a republicana en la Cámara de Representantes, publicó el jueves un documento de 44 páginas titulado «Los pilares de la nueva mayorí­a», donde aparecen trazadas las grandes lí­neas del programa republicano.

El documento hace alusión a la «Promesa para América», el programa de campaña de los republicanos que propone menos «impuestos matadores de empleos», menor reglamentación estatales, la derogación de la reforma de salud, una disminución de los gastos del Estado y la reforma del Congreso.

En otro gesto de acercamiento, el presidente Obama anunció que también invitó el 2 de diciembre a los gobernadores electos de los dos partidos.

Desde las elecciones del martes los republicanos controlan 29 cargos de gobernador de 50 posibles. Antes controlaban 24.

DEMí“CRATAS íšltimas semanas para cambios


Derrotados el martes en las elecciones legislativas, los demócratas aún disponen de algunas semanas para intentar cerrar en el Congreso varios temas importantes para el presidente Barack Obama antes de que se instale la nueva mayorí­a republicana, en enero próximo.

Los legisladores se reunirán a partir del 15 de noviembre en una nueva sesión llamada «lame duck» (con un poder de maniobra menguado). Esto hace referencia a un Congreso donde una mayorí­a derrotada en las elecciones aún puede intervenir sobre determinados temas.

Los demócratas perdieron el martes la mayorí­a en la Cámara de Representantes pero aún mantienen su conducción hasta la llegada de la nueva dirección republicana en enero. En el Senado, los demócratas conservaron su mayorí­a.

«Tenemos una larga lista de cosas por hacer, y poco tiempo para ello», dijo a la AFP Jim Manley, portavoz del jefe de la mayorí­a del Senado, Harry Reid, quien logró mantener su banca tras una cerrada definición electoral con la candidata ultraconservadora Sharron Angle.

Entre los temas a considerar figura la ratificación por el Senado del tratado de desarme nuclear START entre Washington y Moscú.

«Algunos esperan poder hacer aprobar el texto durante la sesión «lame duck». Los votos (para la ratificación) probablemente estén disponibles», según Stephen Flanagan, un experto del Centro de estrategia y estudios internacionales (CSIS).

Pero los republicanos podrí­an querer esperar hasta recibir los «refuerzos» de los nuevos legisladores. Para ser ratificado, el tratado debe obtener una mayorí­a de 67 votos sobre el total de 100 bancas de la cámara alta.

El documento firmado en abril prevé un máximo de 1.550 cabezas nucleares en el arsenal de cada uno de los dos paí­ses, o sea una reducción de 30% con respecto al nivel establecido en 2002.

Por otra parte, el presidente Obama sugirió el ayer durante una conferencia de prensa destinada a analizar los resultados electorales, que el Congreso se prepara a dar trámite a la cuestión del tabú sexual en las fuerzas armadas, que él desea abolir.

La ley denominada «No pregunte, no diga» (don»t ask, don»t tell) está en vigor desde 1993. El Senado habí­a bloqueado su abrogación, reclamada por Obama, en una votación realizada en septiembre pasado.

Además, los legisladores deberí­an pronunciarse por la prolongación o no de las reducciones fiscales adoptadas en 2001 y 2003 bajo la presidencia de George W. Bush y que expiran a fines de este año.

Los republicanos quieren esta extensión para todos los estadounidenses, pero la mayorí­a de los demócratas estiman que la medida fiscal no debe beneficiar a las familias que ganan más de 250.000 dólares al año.

«Mi objetivo es asegurarme que no tengamos un alza enorme de impuestos para las familias de clase media», precisó Obama el miércoles.

Por su lado, el jefe de la minorí­a republicana John Boehner, quien deberí­a suceder a la demócrata Nancy Pelosi en enero en la presidencia de la Cámara de Representantes, reafirmó el miércoles la posición republicana sobre ese tema.

Ambos hombres juraron sin embargo el dí­a siguiente de las elecciones que trabajaran en conjunto.