El presidente Barack Obama anunciará una decisión sobre el futuro de la estrategia de Estados Unidos en Afganistán «en unos días», dijo la Casa Blanca este martes, en una señal de que los meses de deliberaciones han llegado a su fin.
«Tras completar una rigurosa reunión final, el presidente Obama posee la información que necesita para tomar su decisión y anunciará la misma en unos días», dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs.
Gibbs había indicado el lunes que Obama no se pronunciaría esta semana y que debido al feriado del Día de Acción de Gracias el jueves, la primera posibilidad que se le presenta para dar a conocer la estratégica decisión -quizá la más importante de su presidencia- sería la próxima semana.
Obama analiza la solicitud de miles de soldados adicionales por parte de los jefes militares estadounidenses en Afganistán.
El presidente condujo la novena y última reunión sobre el tema con sus comandantes militares en la noche del lunes.
Estados Unidos mantiene una fuerza de 68 mil soldados bajo el mando de la OTAN, pero los militares solicitan a Obama que apruebe un refuerzo de 40 mil efectivos para hacer frente a la renovada insurgencia de los talibanes.
Las más de 100 mil tropas internacionales en Afganistán combaten a los talibanes en varias zonas del país, en un conflicto que ha ingresado en su noveno año.
En Washington todos los rumores apuntan a que el anuncio tendrá lugar el próximo martes en un discurso en cadena nacional, aunque un funcionario de la Casa Blanca dijo que «no hay nada confirmado».
Pero el presidente también dejó claro desde la anterior reunión que quería estrategias de salida del conflicto para poder indicar a los estadounidenses hasta cuándo estarán inmersos en Afganistán.
Obama, que sufre la creciente presión de sus adversarios republicanos, también se enfrenta a la hostilidad de los estadounidenses respecto a la guerra y de sus propios correligionarios demócratas.
Según un sondeo de Opinion Research Corporation para CNN difundido el martes por la cadena, los estadounidenses se encuentran divididos sobre la cuestión del envío de refuerzos: 50% vería en forma favorable el despliegue de 34.000 soldados suplementarios y 49% se opondría al refuerzo.
La cifra corresponde a un compromiso entre la petición del general Stanley McChrystal, su comandante en el terreno, y una opción más baja. El 56% de los estadounidenses desaprobaría sin embargo que Obama enviase menos de 34.000 efectivos.
El gobierno mismo está dividido entre los partidarios de una estrategia destinada a combatir la insurrección de los talibanes y otra que apunte sobre todo al peligro de al-Qaida en Afganistán y el vecino Pakistán, precisando la primera, a priori, bastantes más hombres que la segunda.