Obama convoca una cumbre de la salud


Barack Obama, presidente de Estados Unidos, durante una ceremonia de honor en la Casa Blanca. FOTO LA HORA: AFP CHRIS KLEPONIS

El presidente estadounidense Barack Obama convocó hoy una «cumbre de la salud» en la Casa Blanca, con ministros, opositores y expertos, para presentar un gran plan de reforma que busca proporcionar atención médica pública a todos los estadounidenses.


Más de 634 mil millones de dólares quiere gastarse Obama para reformar profundamente el sistema sanitario público, colapsado por los gastos y la burocracia.

Más de la mitad de todos los estadounidenses tienen un seguro médico privado, que pagan sus empresas. Sin embargo, no es obligatorio, y 46 millones de estadounidenses no tienen acceso a cuidados médicos a causa de ello.

Más de 120 expertos y legisladores, tanto demócratas como republicanos, están convocados a la cumbre, en la que Obama presentará su gran plan de reforma a 10 años vista.

«Es el discurso de apertura» del controvertido debate, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Obama, con más del 60% de aprobación general en los sondeos y un sólido apoyo por el momento en el Congreso, quiere avanzar a toda costa en esa reforma, uno de sus grandes objetivos polí­ticos, antes de que las discusiones se empantanen entre los demócratas y republicanos, como en el pasado.

Tras las palabras de Obama, los participantes se dividirán en varios foros de discusión.

Es un formato que Obama ya utilizó la semana pasada para debatir sus propuestas de recortar el déficit público.

Por ahora los detalles del plan para reformar los servicios Medicare y Medicaid, destinados a las personas de tercera edad y los cuidados para las personas con bajos ingresos, no están claros.

Obama sólo ha explicado de dónde quiere sacar el dinero para las reformas: mediante impuestos a los más ricos principalmente.

La estrategia del gobierno demócrata es recordar que no queda tiempo para debates estériles, puesto que los costes de los cuidados médicos, combinados con la recesión económica, pueden llevar a 1,5 millones de estadounidenses a perder sus casas antes de final de año.

El sistema de salud estadounidense es uno de los más avanzados pero también confusos del mundo, distinto del sistema público de la gran mayorí­a de paí­ses europeos.

El gobierno federal paga en torno a un tercio del gasto, a través principalmente de sus programas Medicaid y Medicare.

El sistema privado, de compañí­as de seguros, pagan otro 34%. Un 14% son pagos extraordinarios, individuales, de los ciudadanos. El resto lo asumen los estados y fondos locales.

«Uno de nuestros derechos básicos como consumidores es tener la capacidad de comparar», señaló este miércoles un anuncio en la prensa de la organización «Conservadores para los derechos de los pacientes», que exige conocer con detalle la reforma de Obama.

En el pasado, dos reformas totalmente opuestas presentadas por sendos presidentes demócrata y republicano fracasaron estrepitosamente.

Bill Clinton intentó extender la cobertura social en los 90, mientras que George W. Bush intentó una privatización parcial de la Seguridad Social en 2005, también sin éxito.