El presidente Barack Obama podría frenar el espionaje contra gobernantes de otras naciones y restringir el acceso de la Agencia de Seguridad Nacional a los archivos telefónicos de estadounidenses, según personas al tanto de los cambios que emprendió la Casa Blanca.
Obama podría dar a conocer la próxima semana su decisión sobre la materia y que es esperada con gran expectación. Según lo previsto, el presidente examinará hoy los cambios con legisladores, mientras los principales abogados del mandatario se reúnen con diversos grupos privados.
La Casa Blanca dijo que Obama continúa recabando información antes de anunciar su decisión definitiva.
Entre los cambios, Obama podría anunciar una mayor supervisión al Marco de Trabajo de las Prioridades de la Inteligencia Nacional, un documento secreto en el que está clasificado por orden de importancia el recabado de la inteligencia estadounidense y que se utiliza para tomar decisiones relacionadas al espionaje contra gobernantes extranjeros.
Una comisión presidencial de revisión ha recomendado incrementar el número de funcionarios estrategas políticos que ayuden a establecer esas prioridades, lo que podría resultar en restricciones al espionaje contra los aliados.
Documentos que filtró el ex analista de sistemas de la Agencia de Seguridad nacional, Edward Snowden, pusieron al descubierto que Estados Unidos espiaba las comunicaciones de varios gobernantes amigos de otras naciones, entre estos la canciller alemana Angela Merkel.
Merkel y otros gobernantes expresaron su indignación ante esos contenidos periodísticos, en tanto que autoridades estadounidenses aseguran que las revelaciones dañaron las relaciones de Obama con el mundo.
Obama y Merkel conversaron el miércoles por teléfono pero funcionarios estadounidenses no mencionaron si ambos analizaron asuntos relacionados con la NSA.
Según las personas allegadas a la revisión, el presidente Obama considera una de las recomendaciones más agresivas de la comisión, una propuesta para retirar a la NSA la facultad de almacenar los archivos telefónicos de millones de estadounidenses y que en su lugar los conserven compañías telefónicas o terceras partes.
La NSA podría tener acceso sólo mediante la aprobación separada de una corte para cada búsqueda, aunque podría haber excepciones en caso de una emergencia de seguridad nacional.
Se desconoce si Obama apoyará finalmente la propuesta y cuán rápido podría ponerse en marcha en caso de que sea aceptada.
Antes de que haga una decisión definitiva, el presidente debe recibir un informe separado de la Comisión de Supervisión de Privacidad y Libertades Civiles, que es semi-independiente y fue creada por el Congreso.
Sin embargo, la entrega de este informe fue pospuesta sin explicación hasta cuando menos finales de enero, lo cual significa que el documento no llegará a manos del presidente sino hasta después de que éste haya anunciado su decisión.