Obama aboga por la tolerancia religiosa


Barack Obama, presidente de Estados Unidos, prosiguió con su gira asiática. En la gráfica, el momento en que arriba a Seúl, Corea del Sur. FOTO LA HORA: AFP G20 MEDIA

El presidente estadounidense, Barack Obama, alabó hoy como modelo de tolerancia y de democratización a Indonesia, paí­s con más musulmanes del mundo, que está llamado a desempeñar, según dijo, «un papel importante en el siglo XXI».


Durante su visita a Yakarta, Obama, muy sonriente, no ha cesado de expresar su alegrí­a por encontrarse de nuevo en Indonesia, 39 años después de haberla abandonado de niño.

«Este paí­s forma parte de mí­», insistió hoy, a la vez que llenó sus intervenciones de expresiones en indonesio, un idioma que aprendió un poco en los cuatro años que vivió en Yakarta a finales de los años 1960.

El presidente estadounidense deploró que Indonesia, el cuarto paí­s más poblado del mundo, sea tan mal conocido en el extranjero, con la excepción de «las islas de Bali y de Java».

Sin embargo, este inmenso archipiélago, vibrante democracia desde 1990, puede ser «una fuente de inspiración» para el mundo.

«Aunque este paí­s de mi infancia ha cambiado mucho (…) el espí­ritu de tolerancia que se inscribe en la Constitución, y simbolizado por vuestras mezquitas, iglesias y templos, perdura», celebró durante un discurso ante unas 6.000 personas entusiastas de la Universidad de Indonesia. «Es por ello que Indonesia desempeñará un papel tan importante a lo largo del siglo XXI».

Más del 90% de los 240 millones de indonesios son musulmanes. La mayorí­a practica un islam moderado pero algunas organizaciones radicales defienden la instauración de la «sharia» (ley islámica), algunas de ellas por la violencia.

Obama citó el ejemplo de su padrastro, quien se casó con su madre a la que conoció en Hawai después de separarse de su padre keniata. «Aunque mi padrastro fue, como la mayorí­a de los indonesios, educado como un musulmán, creí­a firmemente que todas las religiones debí­an ser respetadas».

Acompañado por su esposa Michelle, con el cabello cubierto por un pañuelo, Obama visitó durante la mañana la mezquita de Istiqlal, un edificio monumental diseñado por un arquitecto cristiano en pleno centro de la capital.

Esta visita fue saludada por los responsables religiosos de Indonesia. «Estoy orgulloso de que haya venido. Numerosos jóvenes indonesios consideran a Estados Unidos como a un enemigo. Esta visita deberí­a permitirles cambiar de opinión», deseó Horizi Achmad Mawardi, profesor de teologí­a de 53 años.

Obama afirmó que la lucha contra el extremismo no era «responsabilidad exclusiva de Estados Unidos». «Aquellos que quieren construir no deben ceder frente a los terroristas que buscan destruir», dijo, al citar a Al Qaeda.

«Todos debemos vencer a Al Qaeda y a sus afiliados, que no tienen ningún tí­tulo de lí­deres de ninguna religión, y ciertamente no de una grande, una religión mundial como el islam», lanzó Obama.

Después de su paso por India primero y luego Indonesia, Obama llegó el miércoles por la noche a Corea del Sur para participar en la cumbre del G20, que se presenta delicada debido a las crí­ticas provocadas por la polí­tica monetaria estadounidense.

Viajará luego a Japón, última etapa de su gira de ocho dí­as por Asia.