O sea que sí se podría


Editorial_LH

Con las órdenes de captura contra Elzer Fidelino Palencia y Arnoldo Medrano, han salido a luz una pequeña parte de los malos manejos que han hecho desde sus investiduras como alcaldes de San José del Golfo y Chinautla, respectivamente, y la ruta que le han dado a fondos de Fonpetrol por haber cometido los delitos que se les imputan.


No es un caso sencillo porque hay varias personas involucradas no solamente dentro de las administraciones municipales sino que también miembros de asociaciones y personas individuales que participaron en los actos que han sido presentados como causales de delito ante los tribunales de justicia.
 
 Pero lo más importante es que ha quedado en evidencia que la Fiscalía puede llevar a cabo casos de investigación por malversación de fondos, lavado de dinero, adjudicación de contratos o lo que sea que conforme prácticas corruptas entre funcionarios públicos y personas individuales y que ha sido el peor de los males que se tiene en Guatemala.
 
La pregunta es ¿Entonces por qué no se actúa así con todos?  Porque la gente conoce con nombre y apellido a los presidentes, ministros y secretarios que entran de una forma al ejercicio público pero salen con propiedades y lujos multiplicados por las sociedades, comisiones, concesiones, etc., de las que forman parte durante su período en el gobierno.
 
 No logramos entender por qué con un grupo de alcaldes es tan eficiente el sistema, mientras que con casos más descarados y de mucha mayor cantidad de dinero, ni siquiera se toman la molestia de abrir expedientes. Porque, que sepamos, no hay un expediente para quien ejerciendo el tráfico de influencia logra que el Estado compre medicamentos con un precio multiplicado, o por las concesiones o la mayoría de los contratos de infraestructura.  Porque ahora se les obligó a hacer un análisis con la deuda flotante pero porque la necedad (o voracidad) del Ministro de Comunicaciones de cumplir con un pago ilegal no les dejó otra.

  Es reconfortante saber que se cuenta con la capacidad para poder llevar a cabo la persecución penal para quien se atreva a beneficiarse de la corrupción en un país con tanta pobreza y necesidad.  Pero es deprimente ver que, sólo porque no les da la gana, no le entran a los verdaderos rostros de la corrupción. 

Todos sabemos que los financistas de campaña buscan preservar su pastel de la corrupción, que los funcionarios llegan empeñados y que pagan todo con el sobreprecio de la comisión bajo la mesa  que los deja millonarios. Fiscales, ¿Pueden hacerlo? ¿Quieren hacerlo? Porque si no quieren, den espacio a otros.
 
   
Minutero:
Si el alcalde se escapa,
 la alcaldía está vacante;
 y aun si después se le atrapa
 ya demostró su talante