Numerosos análisis tras envenenamiento


Los médicos deben efectuar hoy la autopsia del ex espí­a ruso Alexander Litvinenko, fallecido por envenenamiento con polonio 210, mientras numerosas personas son sometidas a análisis en Londres para detectar si estuvieron expuestas a radiaciones.


Paralelamente, la pista rusa sobre la muerte de Litvinenko sigue siendo privilegiada, después de que se descubrieran restos radiactivos en aviones que realizaron el trayecto Moscú-Londres.

Los médicos forenses deben practicar la autopsia al cuerpo de Litvinenko en el Royal Hospital de Londres, donde se tomaron medidas de precaución particulares a causa de la presencia de sustancias radioactivas en los restos del ex agente.

Está previsto que hoy sea repatriado desde Moscú un avión de la compañí­a British Airways para que se analice si hay una presencia radioactiva en la aeronave.

La aerolí­nea británica anunció el miércoles que se habí­an encontrado «rastros muy leves de sustancias radioactivas» en dos de sus Boeing 767.

Hasta la fecha se han encontrado restos de radiactividad en 12 lugares, incluidos los aviones de British Airways, según el ministerio del Interior británico.

La Agencia británica para la Protección de la Salud (HPA, en sus siglas en inglés) aseguró sin embargo que el riesgo para la salud de las personas que frecuentaron estos lugares es muy bajo.

De acuerdo con las últimas cifras, unas 1.700 personas se pusieron en contacto con el organismo para informarle que habrí­an frecuentado sitios contaminados.

Los investigadores de Scotland Yard, según el diario The Guardian, sospechan que «elementos criminales» procedentes de Rusia podrí­an estar detrás de la muerte de Litvinenko.

Los expertos siguen la pista de un grupo de cinco hombres o más llegados a Londres desde Moscú en compañí­a de otros moscovitas, poco antes del envenenamiento de Litvinenko, detalla el periódico.

Estas personas asistieron al partido de fútbol entre el club londinense Arsenal y el CSKA de Moscú el 1 de noviembre, dí­a del envenenamiento, y hasta ahora sólo han declarado como testigos.

Según la policí­a, este grupo, que volvió a Moscú poco después del encuentro, tendrí­a la clave de la misteriosa muerte del ex agente, muy crí­tico con la polí­tica del Kremlin.

Mientras tanto, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, sostuvo hoy que su paí­s sigue esperando «preguntas concretas» de las autoridades británicas sobre el envenenamiento de Alexander Litvinenko en Londres.

«Nosotros no comprendemos de ninguna manera estos recordatorios cotidianos sobre la actual investigación y de que haya algunas preguntas para la parte rusa», declaró Lavrov desde Jordania, donde se encuentra actualmente, citado por la agencia Ria Novosti.

«Durante una conversación con (la ministra de Relaciones Exteriores británica, Margaret) Beckett, yo confirmé que nosotros estamos esperando preguntas concretas», agregó Lavorv, según Ria Novosti.

El diario The Independent asegura por su parte que la policí­a británica cree que Litvinenko fue envenenado en el bar japonés o cerca de él, en el centro de Londres.

Sin citar sus fuentes, el periódico revela que los oficiales de policí­a han reconstruido los movimientos de Litvinenko desde el momento en que salió de su casa en la capital hasta que llegó al restaurante de sushi, partiendo de sus llamadas telefónicas con el móvil y del circuito cerrado de televisiones.

Litvinenko tuvo una reunión en el bar con el académico italiano Mario Scaramella el 1 de noviembre, dí­a en que cayó enfermo, y Scaramella aparentemente le proporcionó «una lista negra» de los servicios de espionaje rusos en la que aparecí­an ambos.