Nuevos hallazgos arqueológicos


cul_1a

En los últimos 30 días, se han anunciado en Guatemala el hallazgo de indicios que permiten interpretar aún mejor a la civilización maya. Hace un mes exacto, el 28 de junio, se anunció el descubrimiento de una escalinata, que hace referencia al Trece B’aktun, mientras que hace diez días se presentó el hallazgo de un templo que hace referencia a la forma de culto del Dios Sol para los mayas.

cul_1bcul_1c


Hace diez días, arqueólogos de universidades estadounidenses presentaron el hallazgo del Templo del Sol Nocturno, subestructura de la Pirámide de El Diablo, localizada en el Sitio Arqueológico El Zotz, Petén.

Los arqueólogos son: Dr. Stephen Houston (Brown University) Dr. Thomas Garrison (University of Southern California) y  el M.A. Edwin Román (The University of Texas at Austin), quienes hicieron el hallazgo en el proyecto.

Este templo fue hallado debajo de la impresionante Pirámide de El Diablo, edificio construido con sublimes decorados, presentando fachadas adornadas con estuco modelado y pintado. Esta pirámide fue creada con la intención de “Mirar y Ser Visto”, pintada en un saturado rojo y desde la cual se puede observar las cresterías de los templos de Tikal.  La Pirámide de El Diablo se encuentra anclada en un palacio, con una ciudadela defensiva rodeada por precipicios. Esta se encuentra a 190 metros sobre el punto más bajo en el valle y a 160 metros sobre el nivel de la plaza principal de El Zotz. La pirámide tiene trece metros de altura, con múltiples niveles, remplazada por otras versiones del edificio, preservando así la estructura interior del agresivo clima de la selva tropical.

Es el segundo hallazgo que se realiza en el año, lo cual viene a ser muy importante para nuestro país, porque es un año de cambios y sucesos. En el 2009 se realizaron los primeros descubrimientos en esta área, donde también se realizaron trabajos de conservación. Según el arqueólogo Román la motivación principal para la construcción de este templo, fueron los ciclos eternos y coreográficos del Sol.

El majestuoso Templo del Sol Nocturno data del Clásico Temprano, aproximadamente de los años 350-400 d.C. Se ubica en una escarpa alta, mirando al valle de Buena Vista, en una de las rutas más importantes de comercio entre las zonas este y oeste de la región maya, conocida además como una ruta de conflicto dinástico, ya que esta región actuó como amortiguamiento entre los antiguos reinos de Tikal y Waka’, siendo el último aliado importante de Calakmul, y por lo tanto parte vital del Reino Kan.

El Templo del Sol Nocturno “anuncia” su presencia cuando el Sol amanece en el este y se hunde en el horizonte. Representa una danza, una “coreografía” con el Sol: El Sol sale por la parte posterior del templo, se eleva sobre el edificio que contienen la tumba del gobernante y fundador de la primera dinastía de El Zotz (Pa’Chan), siendo este templo un recuerdo diario de un resurgimiento eterno.

La iconografía del templo sugiere una “glorificación al Sol”. En la parte superior de la entrada al templo, posee un espectacular friso, el cual representa las diferentes fases del Sol. La primera fase representa que la deidad del Sol, visualizado como un pez, el cual aparece en el horizonte. En la región maya generalmente es comprendido como el mar del este, el Caribe, elevándose sobre el agua.

En la Fase dos, se refiere al Sol del mediodía, representado como el que bebe sangre. La fase tres muestra al Sol nocturno, que adopta características de jaguar feroz (siendo esta la deidad más representada en los mascarones del edificio).

En las fachadas del templo se hallaron monumentales mascarones de estuco de 1.50 metros de alto y cada uno de ellos poseía encima otros mascarones de rostros pequeños o glifos.  El estilo utilizado para la elaboración de estos mascarones son característicos del Clásico Temprano, pero ciertos elementos poseen un  estilo arcaico, con el fin de “crear la ilusión” de que estos eran muy antiguos.

El templo posiblemente tiene un total de catorce mascarones a la altura del friso, de ellos solo 8 se han documentado por lo que es necesario seguir explorando.

El Zotz es un sitio arqueológico mesoamericano construido por la civilización maya, situado en la cuenca de Petén en Guatemala y distante unos 30 kilómetros al oeste con respecto a Tikal. El sitio fue llamado de esa manera porque había muchos murciélagos en las cavernas de las laderas circundantes (el nombre maya original era Pa’Chan). El sitio se encuentra dentro del Parque Nacional San Miguel la Palotada, limítrofe con el Parque Nacional de Tikal del departamento de Petén. Es un sitio amplio que posee muchos túmulos y ruinas aún investigadas.

El Museo de Arte de Denver ha devuelto un dintel robado del sitio, uno de los pocos la zona mesoamericana. Fechado alrededor del 550-650, fue extraído del Templo I, de la pirámide de la plaza principal, en torno al 1960. El dintel muestra el hijo de un gobernador de Tikal. Actualmente se encuentra en museo de Arqueología Nacional en la Ciudad de Guatemala. La estructura más alta del lugar es un templo que mide 45 metros y que se conoce con el nombre de “El Diablo”.

BAKTUN

Hace un mes, se presentó otro hallazgo arqueológico, en el sitio La Corona, también en Petén. Se descubrió una escalinata jeroglífica en la cual se hace referencia al Trece B’aktun en un texto de mil 300 años de antigüedad. Se trata de la escalinata jeroglífica que contiene el texto maya más largo que hasta ahora se ha encontrado en Guatemala.

Este es uno de los hallazgos epigráficos más significativos de las últimas décadas según arqueólogos de las universidades, del Valle de Guatemala, Tulane y Texas (Estados Unidos) quienes trabajaron en el sitio arqueológico y junto a más de veinte estudiantes de las universidades mencionadas, realizaron el descubrimiento.

En conferencia de prensa, los encargados de comunicar el hallazgo fueron: Tomás Barrientos, director del Centro de Investigaciones Arqueológicas y Antropológicas de la Universidad del Valle y Codirector del proyecto; Marcello Canuto, Director del Middle American Research Institute de la Universidad de Tulane y Codirector del Proyecto Regional Arqueológico La Corona; Doctor David Stuart, Epigrafista.   

La inscripción sobre un bloque de piedra forma parte de una escalinata descubierta en la ciudad maya de La Corona, ubicada en el Corredor Biológico de la Reserva de la Biósfera Maya, municipio de San Andrés, departamento de Petén. “Con esto se vuelve a poner de manifiesto que en tiempos de crisis, los antiguos mayas usaron sus calendarios para promover mensajes positivos, y no para predecir apocalipsis”, expresó Canuto.

Por aparte, Barrientos indicó que esta es la segunda referencia conocida del final del Trece B’aktun, una fecha del calendario maya de la Cuenta Larga que ocurrirá este 21 de diciembre, que ha sido erróneamente asociada al fin del mundo y cuyo descubrimiento es resultado de una investigación planificada y continua.

“Este texto habla de historia política de La Corona y no de profecías”, agregó Canuto. La fecha aparece en relación a la visita del gobernante maya más poderoso de la época, Yuknoom Yich’aak K’ahk’ de Calakmul, en el año 696 d.C. después de haberse considerado que habría muerto en batalla.

“Este fue un período de caos político en la región maya, donde este rey habría sentido la necesidad de referirse al gran ciclo de tiempo, que termina en 2012”, señaló David Stuart, de la Universidad de Texas, quien lleva quince años estudiando el sitio arqueológico La Corona.

En lugar de profecías, la referencia al 2012 sirve para colocar a este reinado dentro de un marco cosmológico mayor. Desde 2008, Canuto y Barrientos han dirigido las investigaciones en La Corona.

El sitio arqueológico denominado La Corona corresponde a la cultura maya y se encuentra en el departamento de Petén en Guatemala. Fue documentado en 1996 y más tarde se acreditó que se trataba del llamado Sitio Q, una importante ciudad maya que había sido referida por otros hallazgos arqueológicos en la región del Petén. El nombre de Corona deriva del hecho de que contiene un conjunto de cinco templos cuya planta arquitectónica (del conjunto) asemejaría una corona.