Nuevos combates rompieron el alto el fuego en el centro de la asediada ciudad siria de Homs y obligaron a suspender un plan para evacuar a los civiles y llevar suministros a las zonas controladas por los rebeldes en las zonas sitiadas, dijeron hoy un funcionario y activistas.

El funcionario indicó que los combates incluyeron un proyectil de mortero que cayó cerca de personal de la ONU.

Un activista expresó que el combate comenzó cuando las fuerzas del gobierno dispararon 11 cohetes hacia la zona de Hamidiye, controlada por los rebeldes. El funcionario habló a condición de no ser identificado por no estar autorizado a informar a la prensa.

El fuego de mortero no causó perjuicios a los efectivos de la ONU. Naciones Unidas no tuvo comentarios de inmediato.

Las fuerzas sirias leales al presidente Bashar Assad han impedido la entrada de alimentos y ayuda médica en partes de la ciudad controladas por los rebeldes desde hace más de un año, lo que ha afectado gravemente a cientos de civiles atrincherados en esas zonas.

Hubo un acuerdo de tregua de tres días para permitir la evacuación de algunos civiles y la entrada de alimentos.

El acuerdo fue alcanzado después de las conversaciones del mes pasado en Suiza, entre funcionarios gubernamentales y activistas de la oposición en el exilio para tratar de poner fin a tres años de conflicto de Siria. Se espera que las partes se reúnan de nuevo el 10 de febrero.

Ayer, 83 niños, mujeres y ancianos en sillas de ruedas fueron evacuados de Homs, informó la ONU.

Homs, en el centro de Siria, fue una de las primeras áreas en levantarse contra Assad en 2011 y ha sido particularmente afectada por la guerra. Durante el año pasado, el gobierno ha recuperado el control sobre gran parte de Homs, a excepción de algunos barrios del centro histórico.

Hoy, una coalición de activistas sirios exiliados dijeron que temían que el acuerdo sería utilizado como un «preludio del régimen parra la destrucción de la ciudad».

El gobierno sirio «ha utilizado acuerdos similares para ganar tiempo y reforzar sus posiciones en el terreno para matar a más civiles», afirmó la coalición siria en un comunicado emitido hoy.

También hoy, la aviación militar lanzó bombas de barril sobre sectores en poder de los rebeldes en la ciudad norteña de Alepo, provocando al menos 15 muertos. El lanzamiento de las bombas sobre Alepo es un elemento crucial en la ofensiva militar que las fuerzas de Assad emprendieron hace varias semanas para recuperar el control de la ciudad, partes de la cual están en poder de los rebeldes desde mediados de 2012.

Según activistas, las bombas de barril sirven a menudo para despejar el camino para el avance de las fuerzas del gobierno, pero estas armas rústicas —tambores llenos de explosivos y fragmentos de metal a menudo lanzados desde helicópteros— carecen de precisión y han causado la muerte de centenares de civiles.

Más de cinco de este tipo de bombas han estallado en calles en los sectores contiguos de Masaken Hanano y Haidariye, dijo Mohammed Wissam, del Centro de Prensa de Alepo. El colectivo activista llamado Comités de Coordinación Local, también informó del ataque con bombas de barril.

Wissam agregó que cuatro personas perdieron la vida en Masaken Hanano y 11 resultaron heridas en Haidariye.

En imágenes de videos se ve en uno de los incidentes, cuando una columna de humo se eleva al cielo después de una explosión.

Varios hombres se dirigen a toda prisa hacia un edificio dañado y retiran cadáveres destrozados. Los transportan en camillas improvisadas de cartón y mantas, y colocan a los muertos en una acera.

Se ve a un hombre colocando una extremidad mutilada cerca de un cuerpo desperdigado. Otros hombres se dirigen rápido hacia una ambulancia mientras cargan en una manta blanca partes de cadáveres; afirman que juntaron cuatro cadáveres.

Los videos no pudieron ser confirmados de manera independiente, pero parecían genuinos y coincidían con las informaciones de The Associated Press sobre los hechos.

Miles de civiles han huido de otras zonas en poder de los rebeldes que han sido castigadas por el ejército, dijo el activista Wissam.

Estas personas se suman a los millones desplazados por la revuelta que ha durado tres años en Siria y que comenzó en marzo de 2011 como manifestaciones de protesta principalmente pacíficas.