La recomendación de la policía israelí de inculpar a Ehud Olmert por corrupción asesta el golpe de gracia al primer ministro de Israel, cuyo margen de maniobra para gobernar el país se reduce a medida que se acerca la fecha de su partida.
Pese a que esta recomendación no tenga consecuencias inmediatas ni obligación legal, la prensa israelí afirmaba el lunes que la «era Olmert está acabada», considerando que el primer ministro será llevado ante la justicia aunque la acción tarde varios meses.
De momento, su gobierno se encuentra paralizado por los desacuerdos internos que se exacerban a medida que llega a su fin, incapaz de tomar decisiones difíciles sobre el proceso de paz con los palestinos o con Siria.
Olmert fue incluso incapaz de convencer el domingo a su propio gabinete de discutir un proyecto de compensaciones financieras para los colonos que deseen salir de Cisjordania o abandonar asentamientos aislados para instalarse en los bloques de colonias que Israel quiere anexionar.
«Si estuviese en el lugar del primer ministro, yo abandonaría inmediatamente mis funciones. Es cierto que no tiene obligación legal de hacerlo. Pero no todo lo que es legal está bendecido», declaró a la radio militar el ex juez de la Corte Suprema Yitzhak Zamir.
Por su parte, el diario Maariv acusaba a Olmert de «no entender que no dispone de un mandato para gobernar» y que con su comportamiento está «dejando tras de sí una tierra quemada».
Para otro gran rotativo, Haaretz, «a Olmert debería caérsele la cara de vergí¼enza», mientras que para el diario de gran tirada Yediot Aharonot ya no cabe duda de que el primer ministro será inculpado, incluso si se trata de cargos menos graves que los de corrupción.
Mientras tanto, Olmert, que bajo la presión de la opinión pública ya prometió dimitir a mediados de septiembre tras las primarias de su partido Kadima, hizo saber que no tiene intención de renunciar a sus funciones antes de tiempo.
Su consejero mediático, Amir Dan, reiteró la inocencia del primer ministro acusando a la policía, en declaraciones a la radio pública, de haber presentado recomendaciones «sin el menor valor legal» para justificar una investigación que, según afirmó, no avanza.
«La policía sigue sin aprender de sus errores», agregó, recordando que había recomendado inculpar a dos ex primeros ministros, Benjamin Netanyahu y Ariel Sharon, sin que la fiscalía tuviese en cuenta su consejo.
La policía anunció el domingo por la tarde que había recogido pruebas suficientes para proponer la inculpación de Olmert por «corrupción» y «abuso de confianza» en el marco de dos de los seis casos en que se le ha implicado.
Aunque la policía puede recomendar que se tomen acciones legales contra el primer ministro, sólo el fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, puede tomar la decisión de una inculpación.
Incluso después de haber dimitido, Olmert debería permanecer en el puesto hasta la formación de un nuevo ejecutivo. Correspondería al presidente, Shimon Peres, pedir al próximo jefe de Kadima que constituya un gobierno.
La actual legislatura debía terminar a finales de 2010.