El nuevo Parlamento iraquí, elegido a finales de abril, celebrará su primera sesión el próximo martes, según un decreto emitido hoy por el presidente Yalal Talabani, ante la presión occidental para la formación de un gobierno de unidad capaz de detener el avance de los yihadists del ISIS.
La primera tarea del parlamento consistirá en la elección de un nuevo gobierno, considerada como condición para poder frenar el avance de la milicia islamista ISIS en el norte y oeste de Irak, que ya controla partes del norte y oeste de Irak, incluyendo posiciones estratégicas.
Al frente del gobierno desde 2006, el primer ministro chiita, Nuri al Maliki, aspira a un tercer mandato. Sin embargo, pese a haber ganado las elecciones legislativas y con 92 de los 328 escaños del Parlamento, le faltan socios de coalición para la formación de un gobierno de mayoría.
Varios dirigentes políticos chiitas y sunitas exigen la dimisión de Al Maliki y la formación de un gobierno de unidad nacional. Acusan al jefe de gobierno de monopolizar el poder y marginar a la minoría sunita.
También Estados Unidos y otros países occidentales exigen un gabinete en el que estén representados chiitas, sunitas y kurdos de forma proporcional. Pero el primer ministro rechazó el miércoles la formación de un «gobierno de salvación nacional» con el argumento de que sería un «golpe de Estado contra la Constitución».
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, reiteró su hoy exigencia de la formación de un gobierno iraquí con representación de todos los grupos. «Queremos ver lo antes posible la formación de un gobierno que represente una unidad del país», dijo en París tras un encuentro con su homólogo francés, Laurent Fabius, que también abogó por un ejecutivo de unidad.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, visitó hoy Bagdad por sorpresa para pedir la formación de un gobierno de ese tipo. «Es esencial que ocurra rápido», dijo tras reunirse con funcionarios iraquíes, entre ellos con Al Maliki. En Irak hay cada vez una conciencia mayor de que el país necesita un gobierno amplio, dijo Hague. «La existencia del Estado iraquí está amenazada», había advertido antes. «El principal factor que decide si Irak puede superar este desafío es la unidad política», subrayó.
El ministro británico condenó enérgicamente la actuación de la milicia islamista: «El ISIS es un grupo terrorista brutal, un espanto no solo para este país sino también para todo Cercano Oriente y para la fe islámica».
Tras el discurso de Al Maliki el miércoles, aumenta también la crítica entre los chiitas contra el primer ministro: su declaración recuerda a los discursos del ex dictador Saddam Hussein, dijo el diputado chiita Amir Al Kanani en declaraciones al diario «Al Shark al Awsat». Al Maliki está muy lejos de lo que ocurre actualmente en Irak, añadió. Al Kanani pertenece al movimiento del líder chiita radical Muktada al Sader.