La intransigencia de Corea del Norte, que provocó la nueva suspensión de las conversaciones sobre su programa nuclear, muestra hasta qué punto la desnuclearización de este régimen comunista es difícil e impredecible.
La nueva sesión de conversaciones de Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China, Japón y Rusia, que había comenzado el lunes en Pekín, fue suspendida ayer por tiempo indeterminado.
Corea del Norte exige la devolución de unos 25 millones de dólares congelados en un banco de Macao para comenzar a aplicar su compromiso, adoptado el 13 de febrero en Pekín, de iniciar el desmantelamiento de sus instalaciones nucleares.
«Este episodio prueba una vez más que Corea del Norte no es un socio fácil en las negociaciones. Muestra todas las dificultades que nos esperan antes de llegar a una total desnuclearización de Corea del Norte», afirmó Yun Duk-Min, del Instituto de Relaciones Exteriores y de la Seguridad Nacional, un centro de investigación público.
«Es difícil prever si será respetado el plazo del 14 de abril», agregó.
El régimen norcoreano se comprometió en particular a cerrar para esa fecha su principal instalación nuclear, la planta de Yongbyon, que produce plutonio. A cambio recibirá una ayuda de energía urgente de 50 mil toneladas de fuel pesado, que ascenderá en total a un millón de toneladas si respeta todos sus compromisos.
Como destacó un funcionario surcoreano que participó en las discusiones y que solicitó el anonimato, «esto demuestra el muro de desconfianza que existe entre Corea del Norte y los otros países».
Para el director del Centro de Estudios sobre la Península Coreana de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai, Liu Ming, esta desconfianza de Corea del Norte, uno de los países más cerrados del mundo, seguirá siendo un factor importante de bloqueo en el futuro.
«La transferencia de dinero es tan sólo uno de los temas complicados de enfrentamiento en estas conversaciones de seis partes», destacó Liu.
Este experto señaló otras cuestiones delicadas, como sacar a Corea del Norte de la lista norteamericana de los Estados que apoyan al terrorismo o el deseo de los norcoreanos de comerciar con Estados Unidos.
«Esos serán probablemente los temas difíciles a resolver a largo plazo», indicó el investigador chino.
No obstante, hoy el ministro surcoreano de Relaciones Exteriores aseguró que el problema relativo a la transferencia de fondos norcoreanos congelados a causa de las sanciones norteamericanas –con el cual chocan actualmente las discusiones– será resuelto a más tardar la semana próxima.
«De aquí a la semana próxima, los seis habrán resuelto el problema del Banco Delta Asia y discutido la forma de aplicar la primera etapa del acuerdo del 13 de febrero», dijo el canciller surcoreano Song Min-Soon a los periodistas.