El pasado viernes 3 de agosto, en el caso que busca esclarecer el asesinato de la estudiante Claudia Lucía Pac Franco, quien fue asesinada en febrero del 2004.
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El caso ya había tenido una condena, el ingeniero Roberto Tejada, quien había sido encontrado culpable por este crimen. Sin embargo, tras la apelación se declaró nula la sentencia, por lo que el juicio se repitió.
En esa instancia, en una nueva audiencia por cada uno de los testigos y sospechosos, se encuentra actualmente el juicio. El viernes pasado, Cruz Tecún Ajú cambió su testimonio, por lo que el proceso se abrió a nuevas posibilidades, diferentes a como se había sentenciado en el anterior juicio.
Tecún Ajú había iniciado el proceso como el primer testigo, declarando haber visto a Tejada como uno de los participantes del asesinato.
Sin embargo, este testigo manifestó demasiadas inconsistencias en su testimonio, por lo que fue desechado y, al mismo tiempo, ligado al proceso como sospechoso.
En este nuevo juicio, Tecún Ajú declaró en el debate oral y público del viernes que Carlos Pac, padre de la víctima y querellante adhesivo, lo mantuvo secuestrado en el Hotel Clarise, propiedad del señor Pac, custodiado por guardaespaldas que no lo dejaban comunicarse con nadie.
En ese período, le eran proporcionado licor, drogas y pastillas para dormir. Además, mientras estaba atado de pies y manos, le indicaban qué era lo que tenía que decir como testimonio en el juicio; le pegaban, lo torturaban y lo amenazaban de muerte.
Durante ese lapso, diez guardaespaldas obligaban a Cruz Tecún Ajú a ensayar su testimonio, para lo cual lo filmaban con una cámara de videos, de los cuales, según su testimonio del viernes, habrían sido entre 15 y 20 videos, hasta que, conformes, le haya gustado.
Los guardaespaldas, indicó en su testimonio Tecún Ajú, tenían una lista de las personas que él tenía que mencionar en el testimonio. En uno de los videos, aparece un guardaespaldas, quien Tecún Ajú alcanzó a escuchar que se llamaba í“scar, con el alias de «Telediario».
Cruz Tecún Ajú manifestó, por último, que Israel Benito Ajacom, abogado de Pac, lo había visitado en el Centro Preventivo Pavoncito, en donde le ofreció dinero y sacarlo del país, con la condición de que tenía que mantener su testimonio, hasta «sembrar» a los que les había indicado en la lista.
Lo anterior fue proporcionado durante el testimonio en el debate oral y público de Tecún Ajú; de corroborarse la veracidad de las declaraciones, el juicio podría asumir otros rumbos para culminar de una manera diferente a como fue la primera vez.
Al inicio de las investigaciones, no se tenía nada, por lo que se empezó a preguntar a la gente de los alrededores. Entre éstos, surge un testigo, Cruz Tecún Ajú, residente de la aldea Cumbre de San Nicolás, cercana al río Cangrejal.
Cruz Tecún es el responsable de involucrar a la mayoría de los sospechosos. í‰ste empezó a dar varias declaraciones; en todas, se encontraron incoherencias en su testimonio, por lo que pronto fue desechado como testigo y fue incorporado como otro sospechoso.
Debido a los vicios que presentaban los testimonios, el 22 de noviembre de 2006, la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, determinó que el proceso estaba muy viciado, por lo que ordenó repetir el juicio, el cual debe tener lugar el próximo mes.