Nuevo fenómeno de la música pop


Una «intrascendente» por la que nadie daba un centavo hace más de un año, es hoy la artista femenina más influyente del mundo pop, cuyo álbum debut «The fame» ha vendido más de 10 millones de copias y 35 millones de singles.

Redacción Entretenimiento
lahora@lahora.com.gt

Y es que todos hablan de Lady Gaga, ya sea por sus cualidades musicales, sus polémicas declaraciones o su extravagante gusto en el vestir, que la han hecho un í­cono de millones de adolescentes, que ven en su irreverencia una forma de expresión única y válida.

«No he visto nunca algo semejante a Gaga. Ella es diferente a las otras lolitas del pop. Perdurará en el tiempo», dijo en su blog Pérez Hilton, el comentarista de espectáculos más polémico de Estados Unidos, y quien puede encumbrar o derrumbar a las nuevas figuras de Hollywood.

En efecto, Lady Gaga ha tomado por sorpresa a un paí­s acostumbrado a la aparición constante de cantantes pop desechables, platinadas en su mayorí­a, huecas, sin voz, ni conocimientos musicales. Véase nada más a las hermanas Jessica y Ashley Simpson, Mandy Moore, etc.

Britney Spears y Christina Aguilera, las llamadas «princesas del pop», son otro lote.

COMPOSITORA

Gaga, mientras tanto, es una caja agradable de sorpresas. Nacida en 1986, bajo el nombre de Stefani Joane Angelina Germanotta, a los cuatro años ya sabí­a tocar el piano y a los 12 ya habí­a compuesto su primer solo.

A los 20 años ingresó a Interscope Record como compositora para artistas consagrados como Akon, quien la animó a lanzarse como solista al escuchar su talentosa voz.

Poco a poco fue introduciendo su material en locales de Nueva Jersey, en los que también mezcló la danza. Su habilidad para el baile -fue una gogo dancer- llamó la atención de los DJ»s de la zona y en especial del compositor y productor musical Rob Fusari, con quien redefinió su estilo.

«Yo sé lo que quiero y cómo lo quiero. No me importa que piensen que soy el centro del universo, soy un artista y eso es lo más importante», declaró Gaga en una de sus primeras entrevistas.

Cuando presentó por primera vez su sencillo «Just dance» en la coronación del Miss Universo del 2008, el impacto fue a lo grande. Su mezcla de electro pop y dance, sin grandes ambiciones pero efectista, acaparó la atención de millones que se volcaron a comprar su álbum.

Aunque el producto tardó en ser comprendido unos meses, «The fame» llegó a ser número uno en las listas de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Le han seguido, desde entonces, exitosos singles como «Poker face», «Bad romance» y dos dúos -«Videophone» y «Telephone»- con la bomba negra del pop, Beyonce.

EXTRAí‘A

Lo más curioso es que a medida que va creciendo su popularidad, su imagen ha ido transformándose y volviéndose más vanguardista y futurista, para algunos, pero también más extraña e inentendible, para otros.

Pero en un mundo pop cuya monarca absoluta es la camaleónica Madonna -que conoce muy bien la palabra ambición-, Lady Gaga aparece como un contendiente de peso que quizá pueda arrebatarle el cetro. Sus pecados no son muchos ni imperdonables, dicen.

Claro, todaví­a le faltan años de esfuerzo y éxito, pero sobretodo caí­das y fracasos que hacen madurar a los grandes. El camino para ser considerada un í­cono aún es muy largo para Lady Gaga. Sin embargo, ella ya dio el primer paso.