Un tren chocó esta mañana contra la barrera de contención de la estación terminal del barrio de Once de la ciudad de Buenos Aires y dejó un saldo de 35 heridos, en el mismo lugar donde ocurrió la tragedia de febrero de 2012 con 51 muertos.
La formación del ferrocarril de la línea suburbana Sarmiento se habría quedado sin frenos y chocó contra la barrera de contención a las 7:25 horas (10:25 GMT).
El secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni, confirmó que el accidente provocó heridas a 35 personas, a cinco de ellas de gravedad.
Destacó que todos los heridos fueron ya trasladados a diversos hospitales de la capital argentina y que no quedaron pasajeros atrapados en los vagones del tren siniestrado.
El maquinista del tren fue trasladado al hospital Ramos Mejía, según afirmó al canal TN Horacio Caminos, delegado del sindicato ferroviario La Fraternidad. «El tren se habría quedado sin frenos y chocó contra la barra de contención», denunció.
El delegado Edgardo Reynoso precisó por su parte que el tren «habría tenido un problema con los frenos durante el trayecto».
«Si se reiteran estos problemas, lo que está fallando es el sistema. Hay una cantidad de controles que se hacen sobre el personal, hay cámaras por todos lados, evidentemente nada de eso alcanzó. En estas situaciones las fallas están en el sistema», advirtió.
El Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) porteño desplegó un amplio operativo en el lugar, con más de 30 ambulancias y un helicóptero para socorrer a los heridos. La estación de tren fue cerrada al público.
Un pasajero relató que el tren ya sufría problemas de frenado varias estaciones antes de llegar a la terminal. Por la fuerza del choque, «la barrera de contención se trasladó al medio del hall» de la estación, según narró otra persona que viajó en el tren siniestrado. «De casualidad no murió gente caminando porque no había nadie. El tren siguió de largo y hubo mucha gente que repudió la acción del motorman», señaló el hombre a los medios locales.
El 22 de febrero del año pasado ocurrió un accidente similar en el mismo lugar, cuando un tren no frenó a tiempo y se estrelló contra el paragolpes de la estación terminal. El choque, que le costó la vida a 51 personas y dejó cientos de heridos, es investigado actualmente por la Justicia, que analiza asimismo la supuesta malversación de los multimillonarios subsidios estatales al transporte ferroviario.
Tras aquella tragedia, el gobierno quitó la concesión de esta línea al grupo Trenes de Buenos Aires y reforzó las políticas de transporte para mejorar el servicio ferroviario.