BAGDAD / Agencia AP
Los atentados con bombas en que lo fue el centro de la insurgencia dirigida por al-Qaida son un recordatorio del peligro que aún enfrenta Irak, mientras se alista para la salida de las fuerzas estadounidenses a finales de año.
Un policía y un funcionario de hospital en Ramadi dijeron que las explosiones, nocturnas, también dejaron 25 heridos.
Las atentados parecieron coordinados para causar el mayor número de muertes. Una policía informó que dos bombas, al lado de caminos, fueron detonadas cerca de un mercado, y que luego un coche-bomba estacionado explotó cuando la policía llegaba al lugar. Después, otro vehículo cargado con explosivos, también estacionado, estalló cerca del hospital adonde fueron llevados los heridos, señaló.
Los insurgentes tienden a secuenciar sus ataques con explosivos para matar o herir a socorristas y policías que acuden para asistir a las víctimas de un primer estallido.
Los agentes hicieron las declaraciones en forma anónima por carecer de autorización para hablar con los periodistas.
«Las cuatro explosiones ocurrieron entre las 08:00 y 08:30 de la noche, y la mayoría de la gente estaba a esa hora en su casa. Las bajas pudieron haber sido mayores si los estallidos hubieran sido más temprano», dijo el titular del Consejo Provincial de Anbar, Jasim al-Halbusi.
Ramadi está a 115 kilómetros (70 millas) al oeste de Bagdad. La ciudad fue en un tiempo un campo de batalla entre las fuerzas estadounidenses y los extremistas suníes, de los cuales muchos procedían de países como Yemen, Libia y Siria. Finalmente, los iraquíes asentados en Anbar se volvieron contra los radicales y se alinearon con las fuerzas estadounidenses, en lo que resultó un giro en la guerra.
Desde entonces, el grupo al-Qaida en Irak ha lanzado ataques en la provincia de Anbar, contra civiles y efectivos de seguridad. Esas ofensivas son en represalia y por considerar que esas personas se han aliado al gobierno, encabezado por miembros de la comunidad chií.
De momento nadie se adjudicó los nuevos atentados, pero la secuencia y naturaleza de los estallidos guardan parecido con los métodos de extremistas vinculados a al-Qaida en Irak.