Durante el primer semestre de este año, la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), ha recibido 800 denuncias sobre violaciones a los derechos de esta población. El año pasado la cifra alcanzó las dos mil quejas. Según Azucena Socoy, representante de la institución, desde la creación de la entidad, las denuncias se incrementan cada año.
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La DEMI tiene actualmente 12 sedes regionales. Los departamentos donde más se reportan estas quejas son Alta Verapaz y Quiché. «Generalmente se denuncian problemas de violencia intrafamiliar, irresponsabilidad en la entrega de pensión y el no reconocimiento de la paternidad», indicó Socoy.
La funcionaria dijo que el 30% de estos hechos no se resuelven porque las usuarias abandonan los programas, generalmente cuando se trata de violencia intrafamiliar. Denuncias sobre violación sexual son escasas, apenas representan un 2% del total. Hoy se cumplen nueve años de la creación de la DEMI.