Nuevas tecnologías, un instrumento de resistencia


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El uso de las tecnologías de la comunicación TIC’S, así como de las diversas redes sociales, ha servido como una herramienta de resistencia para el movimiento feminista en América Latina, ante la violencia que muchas veces ejerce el Estado y ha servido para dar a conocer problemáticas propias del género que muchas veces no son cubiertas por los grandes medios, señaló la catedrática costarricense Roxana Reyes.

Por Héctor Coloj
SAN JOSÉ / Agencia CERIGUA

Rivera Reyes Rivera indicó, durante el simposio de Comunicación y Género del Primer Congreso Centroamericano de Comunicación, que pese a que el uso de la tecnología de las comunicaciones ha aumentado en la región, aún existe cierta brecha entre hombres y mujeres en el uso del Internet, pues en varios países aún existe discriminación hacia el género femenino en el uso de las tecnologías informáticas.

Sin embargo, la catedrática señaló que los hombres son quienes más uso hacen del Internet, pero las mujeres son las que mejor utilidad dan a estas tecnologías, prueba de ello fue el movimiento de mujeres de Honduras que mediante redes sociales, como Youtube, informó sobre los acontecimientos que se suscitaron luego del Golpe de Estado, en junio del 2009, que los grandes medios de comunicación no cubrieron.

La académica indicó que pese a que en los países latinoamericanos la producción cultural en los últimos años ha sido amplia, aún existen distintas brechas, como las de género, edad, educación, economía y el acceso a las tecnologías de la comunicación.

Durante el simposio de género, Martha Juárez, de La Boletina, abordó la historia y el papel que ha jugado ese medio de comunicación independiente en Nicaragua, a favor de las mujeres desde 1981.

Juárez señaló que esta publicación nació por la necesidad de dar a conocer en ese país centroamericano los derechos de las mujeres, para construir el pensamiento feminista, a partir de criterios e ideas que, hasta la fecha, se consideran tabú.

La Boletina tiene en la actualidad un tiraje mayor a 90 mil ejemplares y se distribuye en casi todo el país, tanto en la zona rural como central, gracias al apoyo de diversas organizaciones sociales; la publicación no tiene costo alguno, pues a criterio de Juárez, sería más caro ir a todos los lugares a cobrar que producirla.

La revista cuenta con una edición en línea y es ampliamente divulgada en diversas radios a lo largo de Nicaragua; cuenta además con una sección en la que las mujeres dan a conocer sus experiencias, de manera anónima, sobre maltrato o abusos sufridos por su condición de género con el fin de apoyar a otras mujeres que pasan por las mismas condiciones.