Nuevas sombras se ciernen sobre la Policí­a


Cuando el asesinato de los diputados salvadoreños y la matanza de algunos de los implicados dentro de la Prisión del Boquerón, decí­a en el encabezado de mi columna el dí­a 2 de marzo: «Renunciar o mantenerse en el cargo».

Mario Castejón

El titular anterior se referí­a a que uno de los hechores habí­a sido nombrado jefe de la Unidad contra el Crimen Organizado, respaldado por el entonces ministro de Gobernación Carlos Vielmann y el Director de la Policí­a Edwin Sperisen, ambos a mi juicio debieron haber presentado su renuncia de inmediato. Decí­a entonces: «En todos los paí­ses medio civilizados cuando una institución falla, el que hace cabeza simbólicamente renuncia». En lo personal ni el ministro Viellman ni el Director Sperisen me son antipáticos, creo que se empeñaron por dar lo mejor de si, eso no cambiara mi opinión, lo que yo señalaba es lo que creo debe ser la impecable y elegante forma de proceder de un funcionario público.

Al leer hoy el encabezado de un matutino «Renuncia Director de la Policí­a tras las ejecuciones», dije para mis adentros: este hombre si que actuó como debe ser. Fue sólo un alegrón de burro, en las páginas interiores me enteré que le habí­an solicitado la renuncia. Qué lástima, si hubiera renunciado voluntariamente, habrí­a salido dando muestras de dignidad y fino estilo, sin que su renuncia significara que tuviera complicidad en el hecho.

Ejemplo de renuncias intempestivas en materia polí­tica y de servicio público están y han estado a la orden del dí­a ante el fallo de un hombre o una Institución, En Inglaterra el número 10 de Downing Street, residencia del Primer Ministro ha sido abandonada por su ocupante de la noche a la mañana tras su renuncia, a veces por hechos ligados a fracasos en cuestiones domésticas o escándalos como el caso del ministro de Defensa John Profumo que hizo tambalear al Gabinete conservador en pleno, al resultar implicado en un affaire con una prostituta elegante que conviví­a, a su vez, con el Agregado Naval Soviético, un hombre de la KGB.

Recientemente el caso del Secretario de Defensa del Gobierno del señor Bush y uno de sus puntales en la Casa Blanca, Donald Rumsfeld, renunció cuando la mayorí­a de legisladores cuestionaron la efectividad de la polí­tica militar del Gobierno en Irak; Rumsfeld ese halcón de gran inteligencia, voz cortante y mirada de hielo, se vio en la necesidad de hacerlo ante su fracaso en la conducción de la guerra

En nuestra pobre democracia es importante que los altos funcionarios, del Presidente para abajo, Ministros, Secretarios, Congresistas, Magistrados de los varios Organismos y demás personajes de Gobierno actúen con dignidad renunciando a sus cargos ante un fallo trascendental de la institución que representan, antes que se les pida la renuncia.

Volviendo al caso de los diputados salvadoreños asesinados en febrero pasado, el tiempo ya suavizó las heridas y por terapia mental la ciudadaní­a estaba queriendo olvidar aquel hecho lamentable. Debo mencionar que lo vaticinado en aquella oportunidad se cumplió, las investigaciones indican que sí­ hubo conexión entre uno de los diputados y criminales dedicados al trasiego de droga que a su vez estaban en connivencia con los policí­as que los ejecutaron. Las conveniencias polí­ticas han estado detrás de no continuar aireando el tema, pero quizá algún dí­a nos cuenten la verdad, era muy difí­cil pensar que en la forma como se dieron los hechos no estuviera alguno de los victimados comprometido. Repito que a estas alturas ya se sabe la verdad, pero la conveniencia ha obligado a no hablar del tema, conveniencia que en este momento es compartida tanto por el presidente Saca de El Salvador como por el presidente Berger de Guatemala.

Para terminar, la tarde de ayer La Hora destaca las declaraciones de vicepresidente Stein diciendo que la Policí­a no puede auto depurarse por si sola, que es necesario contar con la CICIG. Comparto su opinión pero qué pensará la ministra De Torrebiarte que hoy continúa hablando de una segunda etapa de depuración dentro de la institución.