Nueva reivindicación de ataque contra equipo Togo, Angola responsabilizada


Gendarmes tongoleses llevan el ataúd, envuelto en la bandera nacional, de una de las ví­ctimas de las Fuerzas para la Liberación del Estado de Cabinda-militar de la Posición (FLEC-PM), quien falleció en el ataque que mató a dos de los miembros de la Selección de Futbol de Togo. AFP PHOTO / EMILIO KOUTON

Un segundo grupo independentista de la región angoleña de Cabinda reivindicó hoy el ataque contra la selección de futbol de Togo, en tanto que el organizador del Mundial 2010 en Sudáfrica dijo que las autoridades angoleñas debí­an asumir su responsabilidad, pues «conocí­an los riesgos de un ataque terrorista».


El ataque, cometido el viernes, habí­a sido reivindicado inmediatamente después por el Frente de Liberación del Estado de Cabinda-Posición Militar (FLEC-PM), una fracción disidente del Frente de Liberación del Estado de Cabinda-Fuerzas Armadas Cabindesas (FLEC-FAC).

Pero un portavoz del FLEC-FAC, Jean-Claude N»Zita, asesor del jefe de esa formación, aseguró el martes que fueron sus hombres los que cometieron el ataque que costó la vida a dos miembros del plantel técnico de la delegación togolesa, y no los del grupo disidente, a quienes tildó de «oportunistas».

«No somos terroristas, el ataque no estaba dirigido contra nuestros hermanos togoleses» pero «cada vez que las Fuerzas Armadas de Cabinda ven un convoy angoleño, le disparan», agregó, en conversación desde Suiza, donde vive en exilio.

Sin embargo el lí­der del FLEC-PM, Rodrigues Mingas, mantuvo su reivindicación.

«Nosotros lo hicimos. Lo lamentamos por los pobres togoleses que fueron las ví­ctimas. Era un ataque contra las fuerzas de ocupación angoleñas», reiteró el martes Rodrigues Mingas a la AFP, desde su exilio en Bélgica.

Un especialista de Angola en el instituto londinense Chatham House, Alex Vines, explicó esta situación calificando la historia del FLEC como una sucesión «de fragmentaciones y divisiones».

«Es difí­cil controlar del exterior» a las diferentes unidades separatistas, subrayó.

Por otro lado, el organizador del Mundial 2010 de fútbol en Sudáfrica afirmó el martes que Angola conocí­a «los riesgos de un ataque terrorista» y por ello tení­a la obligación de garantizar la seguridad de los participantes en la Copa de Africa Naciones.

«Â¿Cuánto hace que sabemos que hay un grupo separatista en Angola y que habí­a posibilidades de un ataque? Se sabí­a», dijo el responsable, Danny Jordaan.

«Por eso, incumbe a la nación anfitriona (del torneo) la responsabilidad de tratar esos asuntos», agregó Jordaan, jefe del comité local de organización (LOC) del Mundial-2010, que se llevará a cabo en Sudáfrica del 11 de junio al 11 de julio de este año.

El viernes pasado, el autobús del equipo togolés fue ametrallado durante unos veinte minutos al ingresar en Cabinda, enclave angoleño ubicado entre República Democrática del Congo y Congo-Brazzaville, escenario de un conflicto separatista desde hace 35 años.

El ataque suscitó una gran reprobación internacional. Sudáfrica lo calificó de «ataque inaceptable» y Francia denunció un «acto incalificable».

Wilfred Lemke, consejero especial de deportes en la secretarí­a general de Naciones Unidas, aludió a un «acto odioso» contra «civiles inocentes» pero también contra «los valores del deporte».

Pese al ataque, que provocó la retirada de Togo de la competición, ésta se inició el domingo en Luanda y el lunes en Cabinda, donde se reforzaron las medidas de seguridad. Dos personas fueron detenidas en el enclave, acusadas por las autoridades de pertenecer al comando que ametralló el autobús de Togo.