Dos años después de un primer intento fallido, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana, buscará mañana convencer a Irán de aceptar la suspensión del enriquecimiento de uranio a cambio de una amplia cooperación en el sector nuclear civil con las grandes potencias.
«Viajo para presentar una oferta amplia y generosa», que demuestra el «deseo de construir con Irán una relación constructiva en el área nuclear y muchas otras», declaró Javier Solana justo antes de partir de Bruselas.
Solana tenía previsto llegar a Teherán el viernes por la noche con el objetivo de mantener reuniones el sábado con el canciller iraní Manouchehr Mottaki y el negociador en jefe iraní en temas nucleares, Said Jalili.
Los representantes de cinco de las seis grandes potencias implicadas en la cuestión nuclear iraní (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania) participarán en las entrevistas, en la que no habrá responsable norteamericano ya que Washington y Teherán rompieron relaciones diplomáticas en 1980.
En este marco, y por primera vez, Javier Solana entregará a Mottaki una carta «política» firmada por los ministros de Relaciones Exteriores de las seis potencias.
En ese texto estos países se dicen «convencidos de que es posible cambiar la situación actual» de disputa con Irán por la cuestión nuclear y «esperan que los dirigentes iraníes compartan esta ambición».
Esta carta acompaña una oferta de cooperación con Irán en múltiple áreas, en una nueva versión de una primera propuesta presentada en junio de 2006 y jamás aceptada por los dirigentes iraníes.